domingo, 15 de abril de 2012

EL ECO PERDIDO






¿En dónde estás? ¿Dónde…dónde…? ¿”aonestá”, que no te veo, que no escucho tu eco, rubrica acústica de todas tus frases?...de todas tus frases. ¿Qué esperas hombre de Dios? Sal a la palestra, a la calle, convoca ruedas de prensa, denuncia voz en grito por todo lugar y plaza lo que sucede en este circo político de tu tierra, haz que la calicha de los pueblos blancos de esta tu Andalucía se despeguen de sus paredes. ¿Circo digo?, anfiteatro romano donde las bestias tienen acorraladas a la buena gente, sencillas y humildes que no saben como llegaron hasta esas arenas… hasta esas arenas. Ni lo sabrán nunca. Ni nunca sabrán lo que ocurre a su alrededor. Ni el qué ni el porqué. Nada, más allá de lo que les interese a toda esa chusma de coche oficial, tarjeta con cargo al erario, polvos blancos, polvos fucsia y mucha caca entre las manos… y mucha caca entre las manos.
¿O acaso te has desinflado después del último plebiscito socialista? Referéndum con apariencia de sufragio universal, donde las papeletas no hablan de modelos de gobiernos sino de pobres y ricos, de caciques y de braceros; donde los tribunos reparten las sobras de su última bacanal entre su plebe, y la asusta con tumbas y muertos, y guerras que ganaron los “señoritos” de la brillantina… y guerras que ganaron los “señoritos” de la brillantina.
¿No va a venir ni tú ni nadie a esta tierra subyugada, sometida al criterio del pensamiento único, a defender la libertad? ¿Otros caminos, otras opciones? No importa. Quédate por ahí, pisando moqueta y pensando como un hombre tan importante como tú, no ha sido elegido por abrumadora mayoría. Ya tienes experiencia. No te preocupes, nosotros lo buscaremos. Y si tardamos en encontrarlo, nos dedicaremos mientras, con la fuerza que da la razón y el tesón de la buena voluntad en demostrarles a éstos demagogos de manos largas y vergüenza corta lo que vale un peine… lo que vale un peine.
¡Ya verás tú!... ya verás. Y todos ellos. Podrán cerrar emisoras de radio, manejar prensas y dominar televisiones. Nosotros en cambio, no tendremos apoyos ni orales ni escritos, no tendremos eco que enfatice nuestras inquietudes, nuestros deseos, nuestros discursos. No tendremos la oportunidad de oír otras voces, de razonar otros pensamientos: otras oportunidades, de ejercer, sencilla y llanamente, nuestra sacrosanta libertad… ejercer nuestra sacrosanta libertad. Seremos victimas anónimas del relato “Fahrenheit 451” (Ray Bradbury)  pero la voz popular –la del pueblo, no te emociones—llega sabia, cantada y machacona cual hábil trovador a todos lo rincones, y tarde o temprano desmontará tanto latrocinio, tanta estafa, tanto fraude, y mandaremos tan lejos como podamos, a tanto “tranfullero” de alma, corazón y verbo.  Seguro Javier… seguro Javier.      

sábado, 7 de abril de 2012

Nerviosismo y advertencia.



Alonso pide responsabilidad

Alfonso Alonso: 'España se la juega' con los presupuestos



06 ABR 2012 | EFE



Ya es pasado el mordisco a las nóminas. Bocado confiscatorio que dirán algunos. Ya son viejas las nuevas formas de contratación y las del despido, incluso la bajada de los salarios y la subida de la sal. Ya parecen lejanos los recortes en todo lo que se menea menos en el de Las Cortes grandes y en las pequeñas. Ya es pretérito todo eso y más: los presupuestos para tiempos de pos guerra; el miedo de los andaluces a la cartilla de racionamiento electrónica; el cisco y el picón de los asturianos y los alaridos de catalanes y vascos. Ya suena todo a antiguo: la huelga de los liberados sindicales ganándose el jornal; los cien y un días; Bruselas, frau Merkel y mister euro. Hasta nuestra esperanza empieza ya ha mustiarse. No sea que después de tanta vuelta de tornillo a este garrote vil de nuestra economía, no nos sirva más que para goce y disfrute de los que vinieron a montar el espectáculo y el cadalso. Es decir, la casta política, las hordas sindicales, las abigarradas fortunas de siempre, la enquistada y rancia oligarquía y poco más.    
Por bueno lo daríamos todo si llegara un poco de regeneración. Ya saben: dar nuevo ser a algo. Por ejemplo a la degenera política sinónimo de corrupción; a la maltrecha moral, vapuleada por leyes amorales; a la errática educación que vaga entre Sálvame Deluxe y la BlackBerry; a la descuajeringada patria que nadie cuida, limpia y da esplendor; a la ilusión por un futuro algo más próspero y menos reprobable, algo más noble y menos hipócrita. Nos vendría muy bien empezar de nuevo. A todos. Desde cero. Nosotros, los de a pie, ya  hemos puesto nuestra alícuota y esplendida parte. Por las buenas o por las malas. Ahora os toca a vosotros regar este campo yermo, esta tierra quemada que han dejado a su paso otras políticas, otros políticos que nunca jamás deberían volver a practicar este oficio de granujas y que algunos lo convierten en delincuencia.

No pedimos mucho. No es posible. La historia nos ha enseñado prudencia, resignación y mucho pragmatismo en la espera a los que estamos en este lado de las urnas. Más, no es menos cierto que necesitáis con urgencia, que además de nuevas formas, modos y usos,  apremiéis abrir puños, zarandear bolsillos del que caiga un poco de plata y dar algo de aire a la cuerda para que esto siga funcionando de forma medianamente civilizada, o así.

Vamos, manos a la obra, antes que otros os la echen al cuello, que todavía nos queda algo de alegría, un poco de ilusión y un mínimo de fe, en Dios claro.

Saludos y  gracias por su atención.