sábado, 22 de noviembre de 2014

EL CARRUSEL "DE LASPATÁ"





Todos colgados y coligados del inmenso carrusel de la corrupción y el latrocinio político, giran y giran en una juerga de libertinaje despreciable y abyecto. Viven felices y tranquilos, aunque de vez en cuando, el de atrás coja demasiado impulso y le dé patadas en el trasero. ¡Gajes de la fiesta! Son conscientes que la máquina tiene cuerda para rato. Ya, nadie ni nada puede precintar el negocio. El espectáculo continúa.
 ¿Quién? ¿Quiénes, van a tener agallas para lacrar esta gigantesca tramoya de estafa y fraude que tiene a España ensartada a una noria de tres por ciento; de EREs; de sindicalistas carteristas; de políticos de faca y trabuco; de togas arrugadas; de separatistas, de sediciosos, de terroristas de pistola y terrorismo de caudales ilícitos.?
Pero he aquí, que “alguienes” vinieron a tocar las pelotas a una chica enamorada de un chico atleta de la pelota. Ea, ya está la pelota en el tejado. ¿No queréis jugar a honradez? Pues ¡hala! O todos moros o todos cristianos.
Y no vengo a decir que tal osadía sea el detonante, por el que de un tiempo para acá, se arremete en tropel contra un mal endémico tan arraigado en la vida pública española, que nos empezaba a parecer parte del sistema, pero me lo parece. Bien, bien. Menos mal que no tiene carácter retroactivo. Porque algunos que ya peinan canas y tienen nietos de varias esposas se supieron retirar a tiempo.
Tanto imputado, querellas, aforados sí, aforados no y folklore judicial… me parecen vendettas, ajustes de cuentas. Me mosquea estas maneras ejemplarizantes sin previo aviso, tan así, tan de buenas a primeras, tan de telediarios, tan de esposados por la derecha, tan de mira que buenos somos.
No me zumbaría la mosca tras la oreja si al mismo tiempo empezáramos a ver algún esfuerzo contra el paro galopante y espeluznante. O si atajaran soluciones para la usura de la banca. O si se expulsaran de la vida política a los secesionistas y la ETA. O y si se regara la crisis hasta ver puyones verde esperanza. O si al mismo tiempo se persiguiera la prevaricación y el cohecho y todos los hechos delictivos, y despóticos, y de pura mafia.
Pero, qué va. No debemos pensar que se trata de luchas intestinas desde el poso podrido de los albañales, sólo para demostrar quién puede mangar, cuanto, y hasta donde. No debemos pensar que se trata de unos fuegos de artificio para distraer al personal en una estrategia política que el momento exige; una movida, una astracanada típica del personaje que las organiza. No, no y no, se trata del comienzo de la regeneración política en España. ¡Viva!
Saludos y gracias por su atención.

martes, 18 de noviembre de 2014

Algúnas cosas escritas en este humilde blog




Si para ser político, hay que dejar de ser aspirante a humano, olvidarse de valores, renunciar a idealismos, trastocar filosofías, relegar noblezas, convertirse en un apátrida entre sediciosos, un traidor entre asesinos, un hipócrita entre tus compatriotas, además de recurrir sistemática y descaradamente a la más pura demagogia… a la degeneración de la democracia, a las concesiones y los halagos de los sentimientos más elementales de los ciudadanos para conseguir o mantener el poder (que por definición así nos lo dice la RAE), entonces… ¡execrable oficio! Y perversa ciencia. Y si así son y así hacen los amos… de los criados mejor ni hablar.
No me levantéis el brazo con el puño cerrado o la mano abierta, que todo es una asquerosa mentira. Llegado el momento, quien de verdad se irá al carajo, seré yo, entre las aborígenes de un río de cretinos. Porque ellos, éstos que ahora, como siempre enardecen a la gente sencilla, ocultaran sus posaderas a la espera de mejores tiempos.
Ahí están, ignorando la tragedia de miles y miles de familias en cualquier ámbito que les inquiete; de espalda al doloroso sentir en que la inmensa mayoría de gente se debate: desde el terrorismo al paro, desde las escuelas a la unidad de su país, desde su idioma a su historia, desde el aborto a la eutanasia, desde su religión y su Dios al trágala islamista…
Y uno se queda sin saber para donde mirar. Ni, que decir. Ni, que hacer. Te ensimisma, y ya está, no por cobardía, no por desinterés, no por falta de corazón, sino porque se ve uno pequeño, impotente, inútil.  Te indigna la política y los políticos; te desespera la prensa, la radio, la televisión y hasta el cine; la libertad, si alguna vez afloró, está marchita y huele.
Largos años de sinsabores, de traiciones y robos a la historia, a la Patria, a la ética, a la moral cristiana, a los padres de familia y a sus hijos, a la Constitución, a la ilusión, a la esperanza, al Erario y a España.
Largos años de profanas leyes, de impúdicas mentiras, de lacerantes limosnas, de ungir taifas, de ridículas bufonadas, de vertiginosa pobreza, de desnuda, descalza y pobre cultura, de extirpación del orgullo español, de hurgar en viejos rencores, de abrir trincheras, de avivar odios donde sólo puede y hay mutua admiración… y todavía, con suerte, con mucha suerte, he de soportar esta inmunda política, su crímenes, sus terrorismos, físicos y mentales, los años que Dios me de vida.
Tristes debemos estar […] Tristes por haber caído en el poder de éstos, de aquellos y de toda la casta política que expolia, tiraniza y descuartiza esta vieja patria nuestra. […] no tanto por sabernos presos, sino por haber caído por descuido, por idealismo, por simplismo. Por estar sin freno, a pie y desarmados, estando obligados a permanecer alerta. Imperdonable fallo.
Desesperante, acongojante, deprimente…
 
 
Saludos y gracias por su atención.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Podemos, podemos tener pena.




Pena que sus estudiadas mentiras embauquen a tantos ciudadanos humildes. Pena que tanto alarde de demagogia, eufemismos, retruécanos, sean el ardid para acabar con la poca libertad que aun gozamos. Pena que tanto aspaviento, tanto dedo acusador, y tantas manos en alto sirvan para dar rienda suelta a separatistas, a terroristas. Pena que el objetivo de tan elaboradas monserga, no sea otro que la ruina de España. Pena que esta jauría de coletas, de flequillos a la vasca, de sutiles uniformes paramilitares tengamos que sufrirlos todos los días y parte de todas las noches. Éstos que anuncia flagelación y castigo, y son solo nuestro cilicio, pena. Pena porque aún farragosos, confusos, descarados, vende velas que la gente les compra para encenderlas en la hornacina de sus siniestras estampas. Pena, hiere, duele que solo exista la fórmula de unas siempre incierta elecciones para que los bajen de donde están y los borren de la política española. Espero.
Pena, que en este mundo de regidores y aspirantes de la cosa pública, ninguna dicha sea completa, ni para los españoles de Derechas, ni para los de Izquierda, ni para ningún español, si es de bien. Una y otra vez, el viejo tumor de la vieja España vuelve virulento a segregar su purulento y asqueroso pus, amarillento y apestoso, vuelve a emponzoñarlo todo una y otra vez. Capaz, si no se extirpa de una vez por todas, de llevarse por delante el miembro llamado sufragio universal y el cuerpo con el nombre de libertad.
Pena de corrupción y secesionismo; ladrones y bastardos; latrocinios de lesa patria y asesinos; venganzas y ajustes de cuentas. Traición y cobardía. Vieja estirpe de tiranos feudales que no respetan su patria, ni protegen a quienes tratan como a vasallos. Pena que serán otros los que los quiten de en medio y no nosotros.
 
 
 
Saludos y gracias por su atención.