domingo, 22 de mayo de 2011

Una más sobre los "INDIGNADOS"


¡Ojalá que una verdadera juventud, animosa y libre, rompiendo las mallas que nos ahoga y la monotonía uniforme en que estamos alineados, se vuelva con amor a estudiar al pueblo que nos sustenta a todos, y abriendo el pecho y los ojos a las corrientes todas ultrapirinaicas y sin encerrarse en capullos casticistas, jugo seco y muerto de gusanos históricos, ni en diferenciaciones nacionales excluyentes, avive con la ducha reconfortante de los jóvenes ideales cosmopolitas el espíritu colectivo intracastizo que duerme esperando un redentor! (SOBRE EL MARASMO ACTUAL DE ESPAÑA. DON MIGUEL DE UNAMUNO)

¡Ojalá!. Pero no es éste el caso. Lamentablemente los jóvenes reunidos en el la Puerta del Sol, como todos los demás del resto de España, llegan hasta la concentración sin saber exactamente el fondo y la forma del porqué; se reúnen, sin más, como eternamente lo hará la juventud: entre el jolgorio y la protesta; entre la jarana y el reproche; al son de un buen estribillo que cale hasta el fondo de los huesos y un compás fácil al oído. Lamentablemente no acuden henchidos de patriotismo, cargados de valores humanos, pensando en la unidad de España, en la libertad y demás monsergas trasnochadas de viejo carca, no. Van porque sí, porque se lo pide el cuerpo, porque el subconsciente exige siempre, siempre, siempre movida reivindicativa. Ante padre, madre, sociedad, gobierno y el sursuncorda. Lógico. ¡Cuánto más en estos tiempos que corren, hartos ya de estar hartos, como diría la canción de Serrat! Están ahí, en la Plaza de Sol, en cualquier plaza con una mochila a sus espaldas, cargadas de materialismo, de relativismo, de buenísimo, de hipocresía, de desengaños, de frustración, deseando inmolarse con la goma dos que les han dado, que le hemos dado.

¡Ojalá!  Que la juventud de los “Indignados” se moviera bajo los auspicios con que el corolario de D. Miguel de Unamuno sobre su ensayo, nos propone que despetemos. Pero me temo que son victimas de treinta o cuarenta años de manipulación; de ambiciones, rencores, venganzas, y hoy les guía los mismos de colmillo retorcido: los del separatismo integral, los de ETA, los de BILDU, los del Politburó, los del quítate tú que me pongo yo, los sin Dios, pero como dioses, los okupas de tonto el último, los que han escrito: “LA CRISIS ES EL CAPITALISMO" y posiblemente estén cargados de razón. Pero se les olvidó una coletilla: EN NUESTRAS MANOS TAMBIÉN.  

Saludos y gracias a todos.