Hoy hace dos años, las
expectativas más optimistas se cumplieron y la mayoría de los españoles dijeron:
se acabó, abramos las ventanas, que entre aire fresco y limpio. A ver si
durante algún tiempo, es posible que se regenere un poco este antro lúgubre y
triste, este caos de tanta desvergüenza; esta siniestra sociedad de arrogantes
ineptos. Que se avente el polvo de la paja y, sobre todo, que se esfume el
pútrido olor del podrido capullo socialista.
Poco duró la alegría en casa del
pobre. Poco a poco, día a día, al comprobar que el nuevo Gobierno seguía a pie
juntillas la línea política iniciada por Rodríguez Zapatero casi ocho años
atrás, fue aumentando la frustración entre los votantes del Partido Popular e
in crescendo el regocijo entre los dirigentes y militantes del Partido
Socialista. Otra vez el timo de las urnas con papeletas marcadas y doble fondo.
Como siempre.
En este mundo de regidores y
aspirantes de la cosa pública, ninguna dicha es completa, ni para los españoles
de Derechas, ni para los de Izquierda, ni para ningún español, si es de bien. Porque
el viejo tumor de la vieja España vuelve virulento a segregar su purulento y
asqueroso pus, amarillento y apestoso, vuelve a emponzoñarlo todo una y otra
vez, capaz, si no se extirpa de una vez por todas, de llevarse por delante el
miembro llamado sufragio universal y el cuerpo con el nombre de libertad:
corrupción y secesionismo; ladrones y bastardos; latrocinios de lesa patria y
asesinos; venganzas y ajustes de cuentas. Traición y cobardía. Vieja estirpe de
tiranos feudales que no respetan su patria, ni protegen a quienes tratan como a
vasallos.
Escribo, alzo la mirada hacía la
televisión muda, y me parece absolutamente ridículo lo que estoy escribiendo.
Una simple ojeada a esa caja, antítesis de pandora, lo disipa todo, lo tira
todo por tierra, desaparecen los seis millones de parados, se esfuman los mil y
un casos de corrupción, se eclipsa la puesta en libertad masiva de asesinos
psicópatas y terroristas de gatillo fácil y corazón fósil. Hasta la esperanza
se evapora, la pequeña esperanza de ver restituida la dignidad a este pueblo y
el orgullo de sentirse parte y arte del presente y el futuro y no lila y lelo
de esta decadente patria mía.
Curioso. Un pueblo de gestas
históricas, de heroicidades por la libertad y por la patria… que lleva a gala
sentirse Quijote y enarbolar su caballerosidad, su valor y su lucha de filántropo
y hombre de genio y figura (por poner un ejemplo mítico) se deja conducir por
Gobiernos que claudican vilmente ante unos pocos
facinerosos y dejan a su pueblo, al pie de los caballos, sometido en una emboscada
mortal; que se arrugan como maricona ante unos pocos delincuentes que pretenden
llevarse una parte del pastel de España, hasta empacharse con él, hasta decir
basta y no tener que rendir cuentas a nadie. Y yo aquí, leyendo, escribiendo,
oyendo cosas que todos sabemos, sin levantarme, sin hacer nada. Curioso.
Saludos y gracias por su atención.
4 comentarios:
No tengo nada nuevo que añadir a tu comentario, no se parecen, son los mismos.
España ha sido siempre, y a lo largo de los siglos, un gran pueblo gobernado por grandes y verdaderos idiotas. ¡Ojalá cambie y se ponga en marcha de una puñetera vez por todas!
Y todo este "pa na"
ocho años aguantando el producto que nos coloco la matanza del 11 y suspirando por el PP y van y nos colocan mas de lo mismo
¡¡¡ QUE DESASTRE!!!
http://lapoliticadegeppetto.blogspot.com.es/
Podría reescribirse, con estos dos, los versos de los amantes de Teruel, tonta ella y tonto él... pero de un modo más maligno, más sádico, más guillotinesco.
Seguimos cuesta abajo, en involución permanente.
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