Ganado de tiro y cochero
Sobre el pescante de este
manoseado Sistema no sé quién tiene puestos sus sebáceos glúteos para gobernar
a estos mulos. Es más, no sé si existe cochero, o lo hubo alguna vez. Si… sí,
un ganso aberrante. Si… no, una aberrante gansada. En ambos casos un castigo
divino, no puede ser otra cosa. La cuestión es que las bestias que tiran de
este cascajo político, de este carromato de podredumbre han terminado rompiendo
los aparejos. Entre coces y rebuznos han desparramado de Norte a Sur, de Este a
Oeste por todo el solar patrio de otros tiempos, toda la porquería que les
queda de lo que fuera un cargamento de esperanzas. Y que, sin embargo estos
canallas, han convertido en frustraciones y hedonismo. Todos mandan, todos
desbocados, todos con el morral rebosando y el bocado lleno de espumarajos
buscan despavoridos quién les llene los serones y les sirva de mamporrero.
El Sistema, el Régimen, la
Democracia, la Monarquía, todo junto y nada definido; todo al tiempo a pesar de
tanto tiempo. Todo roto, todo destrozado y todo útil, sí: al terrorismo, al
secesionismo, a la corrupción, al latrocinio, al relativismo, a todos los “ismos”
y sobre todo a ellos mismos.
Podríamos decir que lo funesto
se presagia, el tiempo se pronostica o, que los Idus de Marzo se auguran. Pero
para concebir los tiempos que se avecinan en España, necesitaríamos recurrir a
las revelaciones de un profeta bíblico, a las centurias de Nostradamus o,
cuando menos a la magia de cualquier Aramis Fuster o similar. Imprevisible. Por
cultura, por historia, por temperamento. “Todo
es incierto…, menos tu vientre” como decía M. Hernández.
Tremebundo panorama el que
tenemos por delante.
Saludos y gracias por su atención.
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