miércoles, 1 de junio de 2011

E. COLI TRAE COLA

En libertad Digital:

 

Alemania exculpa a los pepinos españoles de causar el brote de 'E.coli'






No basta. Si es cierto que nuestros pepinos en particular y nuestras verduras en general están limpias de cualquier germen patológico, bacteria o “bichito” capaz de provocar la muerte de cualquier persona que las ingiera, no sé a qué esperan. Ya llevan una semana de retraso.

No basta que la señora ministra de Salud de Hamburgo asegure ahora que el origen de la bacteria no está en los pepinos españoles. 

No basta con comerse públicamente ninguna cucurbitácea o similar, –que todo el mundo sospechará analizada—se trata de traer hasta a aquí laboratorios, analistas y cuanto personal cualificado sea preciso: alemanes y franceses, ingleses, austriacos y rusos, para que comprueben y comparen por si mismo, la incuestionable calidad de nuestros controles sanitarios en materia alimenticia y en cualquier otro sector. Sin reparar en gastos, que los pague quien ha levantado tal patraña. Que lo pague la incompetente ministra alemana, que lo pague Alemania. Con luz y taquígrafo. Es decir con cuantas cadenas de televisión sean precisas; con radio y prensa acompañando todo movimiento que hagan los expertos, verificando cada tubo de ensayo, dando testimonio de cada resultado, proclamando a los cuatro vientos la calidad de nuestros productos agrícolas y defendiendo nuestro prestigio. Pero alto y fuerte, indignados. Voz en grito. ¡Qué coño! Que no quede en entredicho ninguna afrenta; que no quede sin respuesta ninguna bofetada, venga ésta de donde venga. Ya está bien de creer que al socio pobre se le puede usar lo mismo para un roto que para un descocido, para tapar cualquier problema cuya etiología posiblemente salpique a otros y de la que los poderosos sacarán tajada. De melón y de pepino.

No basta con reclamar. Hay que exigir: primero respeto, siempre y ante todo. Respeto humano, cívico, político, profesional, técnico, competitivo y sobre todo a España. Segundo, y tal esencial como el anterior, que se resarza económicamente a cuantos agricultores, comerciantes, transportistas y demás personal implicado. A todo aquel al que de una forma u otra se haya perjudicado.

No basta con que este Gobierno, acomplejado y melindroso con los países económicamente potentes,  se conforme con un exiguo reconocimiento del horrible error, con reconocer el problema que se ha creado en el campo hortofrutícola español y salir en los telediarios. Es preciso que la campaña de desagravio sea tal que apabulle a medio mundo. Que el despliegue informativo se parezca a una campaña para ganar unas elecciones Pérez Rubalcaba. Todo un derroche.   

Saludos y gracias a todos.    

martes, 31 de mayo de 2011

BILDU, EL CABALLO DE TROYA.







BILDU, el brazo político de ETA, continúa levantando sus tiendas, sus barracas donde asentar sus posaderas en el campo de batalla de las tierras vascongadas. Y no es enemigo que acampe en las afuera, en despoblados desde donde pergeñar sus ofensivas, sus embestidas, no. Cual caballo de Troya lo han acarreado hasta el interior de sus murallas un montón de incautos; convencidos unos, amedrentados otros, interesados todos. Con la anuencia de políticos y Tribunales; con el quebranto de las leyes y la corrupción moral por bandera.

BILDU, ETA, A. Mas, Pujol, Griñan… Cada cual a su estilo y manera. España, reino de taifas, coreamos hasta la saciedad. La historia se repite cíclicamente, dicen. Y parece que esta vez los invasores se han camuflado de salvadores de patrias entre sus hijos, entre compatriotas que no dudan en hacer jirones la historia, la lengua, el patrimonio, la cultura, la prosperidad, la paz, la libertad de la nación que ha visto crecer a sus ancestros y por la que han muerto, por defender su integridad, su gloria, su futuro.     

Puede que alguna Aixa, alguna sultana española, alguna anciana madre de algún Boabdil, esta vez español, nos grite a todos, aquello de: "Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre”

Lo sabemos. Sin más:

En este presente, en España tenemos a Boabdil el grande, al chico, al intermedio y al de la talla XXXLLL. Nos sobran usurpadores de todo color y pelaje, y nos faltan sultanas que adviertan a sus hijos.

En este presente, en España, puede que la historia se repita pero a la inversa, y el rey castellano llore como mujer lo que no supo defender como hombre, o su hijo. O todos nosotros más bien.

En este presente, en España, Aixa vive entretenida; engañada anciana, a la que le han robado joyas y perlas de sueños e historia, tesoros heredados de padres a hijos, para engatusarla con un cofre de plástico lleno con falsa bisutería de independencias protectoras y odios al mestizaje de pueblos hermanos. Senil dama que para cuando se dé cuenta de la basura que tiene entre las manos, ya será tarde, ya no podrá hacer ningún reproche a su hijo. Se habrán quedado con todo y vendido los harapos de sus vestidos a los moros y todos los que empujen las fronteras de su pasado y su futuro.

En este presente, en España, arietes de sus hijos y de sus enemigos hacen tambalear sus cimientos. Mientras, unos se encogen de hombros, otros ponen la mano y cierran los ojos, los más perdieron la hombría como Boabdill, y todos, nosotros lloraremos como maricas.

Saludos y gracias a todos.

lunes, 30 de mayo de 2011

RESIGNAOS







El hombre más tenebroso del espectro político español, se postula como futuro secretario general de su Partido y próximo Presidente electo del Gobierno. Para lo primero le ha bastado dar dos palmadas: “dejadme sólo”. Y ahí, y así se ha quedado, ipso facto, con todo el derecho que le da su poder omnímodo, absoluto. Para lo segundo, según Derecho parece que lo tiene permitido. Y según derecho de conciencia el tiempo dirá para que le sirvió la retórica de nominarse para la máxima nomenclatura socialista y si llegará a ejercer como líder reglamentario de algún consejo de ministros.

El hombre más poderoso de todos los Gobiernos que en España ha habido, quiere cerrar el círculo de su circular por los vericuetos de la baja política y la política de altos vuelos. Ya no quiere intermediarios. Ha llegado el momento de erigirse en máxima autoridad, de asumir la dignidad y el prestigio que dan los títulos. Máximo curriculum para la exigua historia. Distinción a su diestro oficio en la dramática  función del GAL.  Recompensa ganada a pulso por su meritoria paso por el Ministerio de Educación para la LOGSE. Galardón por su control al controlar sin ver, sin oír y sin SITEL. Condecoración conquistada por su ímproba labor entre pájaros y pajarracos, sin temer que se llamen Faisán o ETA.

El hombre más hábil en el difícil arte del sofisma que haya subido a tribuna alguna, ya se ha cansado de escribir guiones. Desde ahora quiere ser autor y protagonista, productor y director. Aquí nadie pone el The End que no sea él. A punto de alcanzar la decena de los sesentas, sano, rico y dominador de cloacas, personajes y personajillos, secretos y evidencias, puñetas y  BOE, no va admitir el ocaso del partido, el que propios y extraños adivinan en lontananza, ni mucho menos. Ni va a permitir que nadie, en unos años, le convierta el socialismo en una reminiscencia de cien años de honradez,  en un grupo con un puñado de vejestorios como testimonio del que engendró Pablo Iglesia. ¡Faltaría más! Que nadie crea que esto es como un Partido Comunista cualquiera al que le ha llegado su hora. ¡Ni hablar! ¡Para el carro!, como buen químico que sabemos que es, tendrá con toda seguridad su fórmula magistral ya concebida. La prescripción real no llego a adivinarla. Como el nombre de este señor del que hablo, que no consigo recordarlo. Ni tan siquiera si acaso existe.    

Saludos y gracias a todos.          

sábado, 28 de mayo de 2011

EL EXTRANJERO de ALBERT CAMUS




Para el análisis sobre esta novela, he discrepado del prologuista: no mato al personaje  para  seguir una  hipótesis ya señalada en su argumento. Sino que a Meursault le conmutan la pena de muerte por la de cadena perpetua. Pasa el tiempo, y sus reflexiones sobre los hechos llegan a oídos de Albert Camus, quien las recoge, y convierte el alegato que hace como justificación del crimen, en un texto lleno de singularidad, y a párrafos, de prosa poética. Como consecuencia convierte al protagonista en un hombre sensible a todo cuanto le rodea, capaz de notar y vivir intensamente los más pequeños matices de la vida ó cautivarse ante la naturaleza, y que llega a expresarse con frases llenas de originalidad y belleza: “El día resbalaba sobre el techo de vidrio”; “Aspiraba el olor a tierra fresca”; “El cielo esta lleno de sol. Comenzaba a pesar sobre la tierra”; “El sol había hecho estallar el alquitrán. Los pies se hundían en él y dejaban abierta su brillante carne”. No cabe duda, citaríamos más de medio libro, con formas de decir que solo pueden corresponder a un poeta.

Quisiera desligar la buena literatura del autor, de –a mi humilde opinión- la verdadera realidad de los hechos relatados. Pero me he es imposible. Porque ésta, constantemente palia, disimula, envuelve al personaje central de la novela, en un aura que no encaja. No es que Meursault, sea ni peor ni mejor que nadie, es en cualquier caso como somos la inmensa mayoría de los humanos: contradictorios, llenos de inquietudes,  siempre con preguntas por responder, capaces de las más heroicas hazañas ó de cometer los actos más ruines. Este principio, casi biológico, no lo capta nuestro protagonista, y justamente esto le pierde, convirtiéndole en una persona simple por la superficialidad de su pensamiento. A pesar de que Albert Camus, nos realce magistralmente gestos,  y  vivencias de este hombre en los prolegómenos del crimen. Modos y formas de ser – por otro lado- espontáneos, y que nunca colocaríamos en nuestro haber de buenas personas. Porque pocas veces nos percatamos de aquello que hacemos normalmente, como norma.

José María Carandell en su prologo nos sugiere que el titulo exacto de la novela sería “El Extraño”. Pues bien, servidor propone el de “El Extraterrestre”, dado que nuestro joven parece sentirse fuera de lugar, por encima del resto de los mortales, en un mundo que no es el suyo. Desde su patrón al capellán, él si puede juzgar a toda persona que se cruce en su camino. Pero él se siente tan superior, que jamás ha de pedirse explicaciones de sus actos. Es sincero, porque todo el mundo tiene la obligación de entenderlo. Reprocha al mundo que no sea tan bueno como él, tan listo,  tan lógico.

La narración, que comienza con la muerte de su madre, parece querer demostrar al fiscal, que la base usada en su acusación no era justa. Y lleva razón. Es ley de vida que los hijos, inconscientemente, se vayan preparando para la muerte de sus padres, y si no llega de forma traumática, no debe causar, generalmente, el dolor que otro tipo de muerte motiva por inesperada. Es a medida que pasa el tiempo, cuando de verdad se empieza a notar su ausencia, sus consejos, su calor, su infinito amor. Esto es cierto. Pero Meursault, nos cuenta el velatorio y el entierro con todo lujo de detalles para, paso a paso, de forma sutil, hacernos notar que desde el comportamiento del director del asilo, al cortejo de acompañamiento, es algo mecánico, sistemático, se empeña en destacar los “tic”, los detalles nimios de los compañeros de su madre, de su mejor amigo y de su mejor amiga, sin entrar en razonar sus verdaderos sentimientos. De esta forma queda justificada su actitud: “...y mi alegría cuando el autobús entró en el nido  de luces de Argel y pensé que iba a dormir doce horas.” Todo entra en los cauces de la  normalidad, pero bellamente descrito.

Y la vida continua..., se despierta y encuentra a María, no sabe si le ama, pero si que la quiere sexualmente. Comienza un idilio, en el que vanidoso, solo admite responder al mismo deseo que ella. Pero para demostrar su capacidad sensitiva, nos cuenta como es capaz de constatar el estremecimiento de la chica, cuando le dice que su madre murió ayer.

Nos pinta a su compañero de trabajo como un hombre bobalicón, pero tras contemplar absorto el paisaje, nos deja caer: “Fui el primero en tomar apoyo y salté al vuelo. Luego ayudé a Manuel a sentarse.”. Insiste, cualquier matiz, cualquier detalle es importante para hacer ver que es un buen chico. Todo su relato tiene como objetivo demostrar sus buenos principios morales. Quizá, nos pone en paralelo la vida de sus dos vecinos para dejar claro que entra en el juego detestable de Raimundo por la misma razón que se enternece con el viejo Salamano y su perro sarnoso. Su ego no le permite admitir que presta su colaboración a una causa vil. Oculta una acción execrable, convencido de que su impulso fue la de ayudar. ¡Noble ayuda¡.

Albert Camus, en una narrativa magistral, intenta eximir, paliar el hecho real del asesinato con toda clase de condicionantes: Argumenta, razones intrínsecas, personales, de clima, sol, sudor y vino o de perturbación de la mente y cierto menos precio hacía la victima, siempre encarnado en la mentalidad del protagonista. Pero leído con atención, se llega a una sola conclusión: Meursault, dispara por cobarde.

Nuestro personaje, en sus meditaciones durante el encierro en prisión, da la talla de quién es realmente: un individuo narcisista, lleno de prejuicios. Se niega a encontrarse con el capellán, y cuando se ve obligado, no dialoga, sino que  arremete violentamente contra él, porque éste viene a darle la esperanza de Dios, y él no tiene tiempo  para perderlo en un Dios en el que no es que no crea, sino que odia.

Magnífica literatura, la derrochada por Albert Camus, para justificar a todas luces la pérdida de valores del hombre en este berenjenal plagado de contradicciones y dudas en que actualmente se encuentra. En gran medida, nos relata la mentalidad de la sociedad que vivimos. Que parece más desquiciada que sensata.

Saludos y gracias a todos.

viernes, 27 de mayo de 2011

CHACÓN A LA DEFENSIVA


Ayer quedé de la señora ministra de Defensa, “La niña de Felipe”, como ella misma se auto definiera, hasta la coronilla. Nunca lo desmintió, pero nunca como hasta ahora nos habíamos enterado de los desmedidos deseos que tenía en suceder a su muy querido, respetado y admirado líder; secretario general de su Partido y por desgracia, todavía Presidente de todos nosotros, el recalcitrante e impertérrito Rodríguez Zapatero. Carme Chacón, ha decidido abandonar el hipódromo. Y ni corta ni perezosa, a lomos de su jaco, al paso, con cara de velatorio y voz compungida, renuncia a la carrera. Seguramente lleva la espalda cruzada con la marca de alguna fusta amiga. Pero no se le nota. Se ha envuelto en la camisa del victimismo, y el papel de sacrificada en aras del bien de su Partido, su Gobierno y su España, para que la redima su público, que seguramente tendrá. Como lo tuvo Rubianes y su (puta) España. Tal que así, como su: “Tots som Rubianes” que reivindicara ella ufana.   

Lo dramático de todo este espectáculo y el que nos queda hasta que todos estos vampiros desaparezcan de la vida pública, es  que quien de verdad ha de soportar todo y a todos, es el lomo de los españolitos de mono, costo y metro. Esos a los que durante tanto tiempo vienen inoculándoles mala baba para succionarles la sangre, el trabajo y hasta el hígado, en lo Público y en lo privado. Esos que siempre están a la espera; a la espera de ir al paro o a sellar al INEM, a la espera que le subasten la casa, a la espera que le digan,  aunque sea en esperanto, qué es eso de la crisis que hace a tantos ricos multimillonarios, esos que siempre esperan mientras ellos se pavonean, cacarean y lucen sus últimos triunfos. Esos que esperan le digan dónde está España, para emigrar aunque sea con lo puesto. 

Saludos y gracias a todos. 

jueves, 26 de mayo de 2011

METÁFORAS

Antes de que me explicaran en naturales lo de la metamorfosis, antes de que leyera la muerte de Gregor Samsa aplastado como vil cucaracha por decisión de F. Kafka, mucho antes, ya tenía yo una caja de cartón de la que había sacado los zapatos y agujereado convenientemente la tapadera superior, para que mis gusanos de seda pudieran respirar. Pero esto, no tiene nada de particular, es algo que hemos hecho casi todos. Creo. El caso es que hace unos meses un amigo me dio una docena de gusanitos de seda y, yo gustoso, los traje a casa para que mi benjamín se hiciera cargo de ellos. Como hacía yo de chiquillo.

Y mira por donde, se me ocurrió que podía utilizar como metáfora, esta mutación, esta evolución, metempsicosis de la naturaleza, para asimilarla de alguna forma al nacimiento, vida y muerte de un político: cagarrutas que se transforman en gusanos, a los que alimentamos hasta que, ya hartos, tienen capacidad y poder para destilar suave y bella seda en la que envolverse para renacer como pulcras y lindas palomitas.



 

Aquí abajo, a unos pasos de mi casa, hay un hombre con un acordeón alegrándonos el rato; un poco más para allá, un mimo, uno de esos artitas que embadurnado de algún personaje del Mägo de OZ, adopta una postura que mantiene imperturbable, sin pestañear, sin mover un músculo, como los Huscarles de la guardia real inglesa. Gente honrada. Cuando les doy una moneda, no lo hago por caridad, no señor, lo hago porque de alguna manera contribuyo a compensar su trabajo, su arte. Nada me piden; voluntario es su esfuerzo, y voluntaria mi pequeña aportación. Parte de la vida.



 
Si hay escarcha, te empapas hasta las rodillas y te dura el agua y la humedad hasta que el amarillo se te coloca encima y las ropas se ponen calentitas, como recién planchá. Si buscas una sombra, ojo, que posiblemente, las vacas restregaron el lomo contra el tronco y repartieron una población de hermosas garrapatas. Si estás obligado a estar en un lugar determinado y te llega la visita de un abejorro, no le huyas, no le avientes a manotazos, no le amenaces. Conversa con él, normalmente es más inteligente que tú. Si los mosquitos te zumban alegres en los oídos y el Aután no sirve de nada, no te preocupes haz rogativas, igual llueve, los mosquitos se van y tú te calas hasta los huesos. Si no hay nada de lo dicho, es que el frío te tiene tan aterido, tan entumecido, gélido y tieso, que no te enteras de nada. El campo, las flores, los pajaritos… ¡que bella estampa!, ¡que idílico paisaje! Para pasear, pero a caballo, con botas y sombrero de “alancha”. Como casi todo en la vida.

Saludos y gracias a todos.

miércoles, 25 de mayo de 2011

¡¡¡BIIILLDUUU!!!

Mucho se seguirá hablando de BILDU, es decir de ETA, es decir del terrorismo, es decir de los mil muertos habidos y de los que restan por venir. Es decir del disimulo y la tolerancia de José Luis Rodríguez Zapatero y su Gobierno con las transgresiones que han cometido y cometen sus subordinados contra las reglas o las leyes bajo las cuales convivimos. Descarada connivencia le llaman a eso, amigo. Creo. Y cómo quiera que a Montesquieu lo enterró en el valle de los sin lagrimas, hace ya muchos años, “Alfonsodaslescaña”, subordinados… lo que se dice subordinados, somos todos. Del FAISAN al TC sólo media estatus académicos y jerarquías sociales. Curriculum y exhibicionismo por barrios. Más aún así, si quien manda y ordena aspirara a gozar de un algo de predicamento, si su conciencia ansiara un algo de dignidad humana, hace muchos años que nada del mundo de la parabellum y la bomba lapa, seria como es.

A la ETA, los políticos de la cuerda independentista con Arzallus a la cabeza, le denominaron el  “problema vasco”, puro eufemismo. Perverso intento de camuflar el drama de sangre y traición que vivimos en las vascongadas y en el resto de España desde hace cincuenta años. A la ETA, los políticos viejos y los  actuales,  la bautizaron como la izquierda abertzale, descarado fraude por darle una aparente ideología a un simple y mafioso sindicato del crimen. A la ETA, le han llamado de muchas formas, han intentado de González a Zapatero pasando por Arnaz, suavizar con palabras, una realidad violenta y vil. A la ETA, desde siempre, la nombran con hábiles juegos de palabras o la esconden entre intrincados juegos de tribunales y leyes.      

El caso es que todo sigue igual, año tras año. Y yo, ya,  no quiero ir al País Vasco para nada. Porque yo no quiero ser sospechoso de maqueto, no quiero sentirme vigilado en el bar, en el Super, en el taxi, paseando por sus calles. Yo no quiero ser investigado por mis vecinos, interrogado en el trabajo. Yo no quiero sentirme marginado, segregado, cuando no despreciado. Yo no quiero que me pongan dianas amenazantes en mi puerta y tener que mirar los bajos de mi coche todos los días. Yo no quiero recibir misivas intimidatorias, vivir con el ¡ay! en la boca y el susto en el alma. Yo no quiero soportar ninguna mirada cínica, ni ningún mohín displicente. Yo no quiero ser tributo de criminales encapuchados. Yo no quiero ser el miserable negro de un miserable apartheid de un miserable xenófobo.

Yo lo qué quiero es conservar siempre el recuerdo que tengo de esas tierras en mi niñez, de su historia, de la que me enseñaron mis profesores, mis experiencias. Yo lo qué quiero es atesorar la estima de los compañeros con los que conviví, y compartí trabajos y fatigas; mantener siempre, por encima de las inquinas de algunos, y la dejadez de ministros, el cariño de los muchos y buenos amigos vascos que tuve la suerte de encontrarme a lo largo de mi vida. Que son muchos y muy buenos. Y que ni BILDU, ni Zapatero, ni Rubalcaba conseguirán mermar. Y cómo quiera que de nada sirve pedírselo a España, os lo pido a vosotros hijos de la ETA.

Saludos y gracias a todos.

martes, 24 de mayo de 2011

D. FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS




Hablando de intelectuales… conviene recordarlo,



El caso de D. Federico, es paradigmático. Desde comienzo de los 70 andan detrás del él y, no hay forma. Le han montado campañas de desprestigio de todo color y género; le han atacado despiadadamente por los cuatro puntos cardinales y, nada. Lo han secuestrado, disparado un tiro y, él al pie del cañón, impertérrito; lo han acosado día y noche sin descanso y, ahí está, firme, sereno, inmutable, defendiendo la verdad, la libertad, la unidad de España, su lengua y su historia. ¡Bien puestos, si señor!

A la defensa a ultranza, con rigor histórico y base moral de los principios en los que ancestralmente estamos educados y del que nos sentimos orgullosos, algunos le llaman “apelación grandilocuente a los principios”. Pues bien, me parece muy bien que se recurra a la facultad de hablar o escribir de modo eficaz para deleitar, conmover o persuadir de algo tan esencial para el género humano como son los principios y valores.

A entender que la historia de España, la hemos heredado regalada por aquellos que lucharon y murieron por una nación libre, digna y respetable y no permitir que algunos cuatreros se la repartan como botín de corsario, algunos le llaman, “pomposa declaración de lealtad a las esencias patrias”, pues si es su primera acepción, ¡magnífico!! Es decir grave y autorizado si señor, como Dios manda.

Por eso, no les interesa D. Federico. Ni les interesa que puedan salir otros Federicos. No les interesa que nadie, cada mañana, cada día desenmascare sus mentiras, desmonte sus panegíricos plagados de demagogia, los haga bajar de su machito, los haga tambalear en su política podrida. 

Llevamos, treinta años viendo como, estos politicastros, sistemáticamente ponen en marcha todos los resortes para estrangular la voz de la verdad apenas la ven surgir vigorosa, pujante, nítida e irrefutable. Recurren a todo cuanto está en sus manos: tribunales, togas y puñetas;   periodistas, titiriteros y seudo intelectuales. Todo un ejército de apaniguados que desde la TV., la prensa, la radio; desde las escuelas, las universidades y desde todo lugar y tribuna que les sea útil: denigrarán, difamarán e intentarán cercenar la voz díscola. Les importa tres bledos, que la verdad que esté defendiendo sea tangible y evidente; ni les importa que sea otra verdad, su verdad, y aún quizá errónea. Sencillamente no es la oficial, no es la del régimen, no es la de los amos, no es “su (de ellos) verdad” y eso, basta. Y esta canallada, esta ruindad, este despótico sometimiento que infligen al hombre, y a la libertad es el método y la forma, es el fin y el fondo, consiste en anestesiar a todos los pollos de este corral que han montado. Es su preocupación, la de todos “Ellos”: de Rojos y azules; de Bermellones y Fucsias. Gracias Don Federico.

Saludos y gracias a todos.

lunes, 23 de mayo de 2011

EL CAPULLO SE SECA



La victoria del Partido Popular ha sido abrumadora. Quizás haya superado las expectativas más optimistas. La gran mayoría de los españoles han dicho: se acabó, abramos las ventanas, que entre aire fresco y limpio, a ver si durante algún tiempo, es posible que se regenere un poco este antro lúgubre y triste, este caos de tanta desvergüenza; esta siniestra sociedad de arrogantes ineptos. Que se avente el polvo de la paja y, sobre todo, que se esfume el pútrido olor del podrido capullo socialista. Pero como siempre, ninguna dicha es completa, ni para los españoles de Derechas, ni para ningún español de bien, porque el viejo tumor de la vieja España vuelve virulento a segregar su purulento y asqueroso pus, amarillento y apestoso, capaz si no se extirpa de llevarse por delante el miembro: el caso BILDU merece comentario aparte.   

El fracaso de PSOE ha sido tan catastrófico que hoy, cómo la lógica, el sentido común y la dignidad requieren, todo el mundo pide elecciones generales anticipadas. Por las buenas o por las bravas. Que Zapatero renuncie espontáneamente o que Rajoy las exija. Pero el deseo más fervientemente generalizado es que Zapatero desaparezca de la vida pública, que ponga pies en polvorosa y no pare hasta que se lo trague el olvido. Pero, ay, él ha dicho que no, que nadie se preocupe, que su lógica es parda, oscura y gris, que saldrá arañando y sin un rasguño. Que su sentido común va más allá del juicio natural de los humanos, que a su mandato le quedan flecos pendientes, leyes por concluir, papeles que quemar, cuentas que saldar y altas decisiones que el vulgar vulgo no tiene porqué entender. Que lo de la gravedad y el decoro a la hora de comportarse en la vida, lo de la  dignidad de la persona y el cargo, sólo empezó a oírlo cuando le hablaron de lo adverso unos jóvenes con un panfleto de un tal Hessel en la mano.

Fruncido el ceño, apretado los labios, mirada amenazadora, salió a la tribuna, --“hemos perdido”, dijo… ¿Y qué? Le faltó espetarnos. Del resto, ni caso. Siete largos años y al único español al que ha dado placer es a un tal Zerolo que anda loco por él. Los demás, a jodernos toca, un poco más, un año más, porque el hombre amigo de ETA, socio de los separatistas catalanes, de patria indefinida, vengador de la II República, pendenciero pacifista, agreste historiador, autodidacta sexólogo de niños, desdichado economista, máquina de paro, comercial de trituradoras para abortos… quiere seguir jugando con dos tarjetas amarillas en su haber y la cara roja del tortazo. Electoral, claro.  

Saludos y gracias a todos.  

domingo, 22 de mayo de 2011

Una más sobre los "INDIGNADOS"


¡Ojalá que una verdadera juventud, animosa y libre, rompiendo las mallas que nos ahoga y la monotonía uniforme en que estamos alineados, se vuelva con amor a estudiar al pueblo que nos sustenta a todos, y abriendo el pecho y los ojos a las corrientes todas ultrapirinaicas y sin encerrarse en capullos casticistas, jugo seco y muerto de gusanos históricos, ni en diferenciaciones nacionales excluyentes, avive con la ducha reconfortante de los jóvenes ideales cosmopolitas el espíritu colectivo intracastizo que duerme esperando un redentor! (SOBRE EL MARASMO ACTUAL DE ESPAÑA. DON MIGUEL DE UNAMUNO)

¡Ojalá!. Pero no es éste el caso. Lamentablemente los jóvenes reunidos en el la Puerta del Sol, como todos los demás del resto de España, llegan hasta la concentración sin saber exactamente el fondo y la forma del porqué; se reúnen, sin más, como eternamente lo hará la juventud: entre el jolgorio y la protesta; entre la jarana y el reproche; al son de un buen estribillo que cale hasta el fondo de los huesos y un compás fácil al oído. Lamentablemente no acuden henchidos de patriotismo, cargados de valores humanos, pensando en la unidad de España, en la libertad y demás monsergas trasnochadas de viejo carca, no. Van porque sí, porque se lo pide el cuerpo, porque el subconsciente exige siempre, siempre, siempre movida reivindicativa. Ante padre, madre, sociedad, gobierno y el sursuncorda. Lógico. ¡Cuánto más en estos tiempos que corren, hartos ya de estar hartos, como diría la canción de Serrat! Están ahí, en la Plaza de Sol, en cualquier plaza con una mochila a sus espaldas, cargadas de materialismo, de relativismo, de buenísimo, de hipocresía, de desengaños, de frustración, deseando inmolarse con la goma dos que les han dado, que le hemos dado.

¡Ojalá!  Que la juventud de los “Indignados” se moviera bajo los auspicios con que el corolario de D. Miguel de Unamuno sobre su ensayo, nos propone que despetemos. Pero me temo que son victimas de treinta o cuarenta años de manipulación; de ambiciones, rencores, venganzas, y hoy les guía los mismos de colmillo retorcido: los del separatismo integral, los de ETA, los de BILDU, los del Politburó, los del quítate tú que me pongo yo, los sin Dios, pero como dioses, los okupas de tonto el último, los que han escrito: “LA CRISIS ES EL CAPITALISMO" y posiblemente estén cargados de razón. Pero se les olvidó una coletilla: EN NUESTRAS MANOS TAMBIÉN.  

Saludos y gracias a todos.