ETA SE RETRATA. (Como siempre).
Más que ir a un armisticio con
los terroristas de ETA, a pedir árnicas, es a lo que se ha visto abocado este
Gobierno, este Gobierno de los últimos diez años. Pero la guerra solapada del
norte simplemente hiberna. Y en el entreacto de esta dramática representación
siempre saltará al escenario algún español noble y valiente pidiendo memoria, dignidad
y justicia.
Como hizo, desafiante y firme
hace unos días ante la jauría etarra Cake Minuesa. Pero el conato de rebelión
de este joven periodista no pasará de anécdota. Y su reivindicación como ser
humano, como hombre, caerá rápido en el olvido, en el eterno ostracismo a los
que estamos condenados todos los españoles. Al destierro político como
ciudadano.
Ni un vecino, ni uno de esos
vascos que pagan impuestos a la Administración y a su ETA, ni uno de esos
vascos que van de copas con escoltas, ni uno de esos vascos que han de mirar
todos los días el bajo de sus coches, ni uno de esos vascos que tienen
enterrado un mártir de la parabellum. Nadie. Triste, pero Cake Minuesa no ha
encontrado en esas tierras de España, quien secunde su desplante, su redaños
ante la bestia. Se ha quedado enganchado en las aspas del molino; su honda no
ha alcanzado la frente del ogro. Demasiados tiros, demasiadas muertes,
demasiado terror. No importa, todavía se puede confiar en el pueblo vasco. Será
mañana.
Saludos y gracias por su atención.
2 comentarios:
No solo hay que ser una persona integra. hay que demostrarlo.
En el viejo y lejano Oeste, la justicia se ejercía con las pistolas en la mano hasta que entró el orden y la Ley a regentar sus vidas. En la vieja y cercana Europa siempre se ejerció con la Ley, esperemos que no se inviertan los papeles y terminemos haciéndonos valer con las pistolas.
Un abrazo.
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