¡Y qué contentos se les ven!
¡Cómo ríen, cómo se aplauden entre ellos! ¡Cuánto abrazo, cuantas manos cogidas
y cuantos brazos en alto! ¡Qué seguros están de sí mismos! ¡Cómo se saben los
dueños, los amos del corral! Ahí están, los padres, los hijos, los nietos:
radiantes, sin problemas. Son los que ocupan todos los puesto de todos los
sitios, del botones al director, del pinche al presidente; son el Partido, son
los distintos, son la otra categoría, son los españoles que introducen en las
urnas la nómina con membrete del Partido, son los que no conocen el paro, ni la
crisis, son los que ven “la vida en colores”, son los que viven del cuento, de
un auténtico cuentos de hadas, ¡coño!”
Pero, ay amigo, las
declaraciones, actuaciones y movimientos de Rajoy y demás farándula pepera, son
como esos goterones que al caer en el agua forman circunferencias concéntricas,
pero al momento pierden intensidad para desvanecerse efímeras e inútiles. Nada
toma cuerpo, nada dibuja una figura sólida, con base y tridimensional. Todo se
convierte en vaguedades inconsistentes o, en vanidades de milhombres
Toda esta caterva de gorrones y
gorrinas, por sueldos mensuales que darían para sufragar anualmente a cientos,
--miles tal vez-- de médicos, maestros, policías… profesionales verdaderamente
útiles para la sociedad, no voy a decir que maten, que no, sólo propician los
medios para que otros lo hagan (Léase aborto). Son capaces de vender su alma al
diablo y arruinar las de los demás. Nada les importa. Las directrices que les
marcan sus superiores no las cuestionan, no las reflexionan, no las discuten.
Jamás. Aunque estas sean satánicas, siniestras, injustas. El cargo, el puesto
no es que esté por encima de cualquier principio ético o valor moral, no. Es
que les ciega el cerebro y les cierra el corazón, si alguna vez tuvieron una
cosa y la otra.
Y esto es así, ora la Izquierda,
ora la Derecha, del mismo cuerpo, claro. Se llama élite política, aunque no sea
minoría selecta, si es rectora. Muy rectora y, muy a mi pesar.
Saludos y gracias por su atención.
3 comentarios:
Unos y otros son los que, creyendo que les asiste el derecho de pernada, han convertido a España en la hija bastarda de Europa.
Un abrazo.
Da lo mismo unos u otros, de arriba o de abajo. En España, político, es sinónimo de chorizo inmundo, más preocupado de su bolsillo y colocar a toda la prole que de trabajar por aquellos que lo han elegido. En el pecado va la penitencia y en suma no tenemos más que lo que nos merecemos.
Un saludazo.
Los politicos españoles, todos, viven fenomeno del teatro que se han montado, un guiñol de feria con bueno, malo, medico, guardia y demonio, eso si con poder, dinero y prebendas.
450.000 tios y tias viviendo fenomeno sobre el pais, con sus chanchullos, sus pendencias mas o menos ficticias y sus agapes de conmilitones, pura bazofia.
En contra de lo que muchos creen, los españoles NO tenemos lo que nos merecemos, simplemente no tenemos cauces para poder quitarnos de encima a esta chusma.Los españoles no quieren esta España, la soportan
Cauces politicos democraticos digo, por eso y si la historia es madre de sapiencia SE que tarde o temprano aqui se liara la marimorena.
Los politicos no han dejado otro camino.
http://lapoliticadegeppetto.blogspot.com.es
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