sábado, 15 de febrero de 2014

¿RECUERDAS?...

ESTO?...


En los denostados tiempos franquista, en 1º y 2º de Bachillerato, a los niños, nos daban, FEN (Formación del Espíritu Nacional), asignatura que aunque se entendiera de claro proselitismo ideológico, a mí no me lo pareció nunca. Sus dos libros: Vela y Ancla en 1º y Aprendiz de Hombre en 2º, no eran más que una recopilación de magníficos textos, páginas escritas por ilustres literatos, poetas y filósofos que nos hacían leer para significarnos valores como: humanismo, filantropía, solidaridad, lealtad, idealismo, altruismo, generosidad, sentido del bien común..., y Dios, patria y familia, naturalmente.
 
Me vais a permitir, que entresaque un poema, seguramente de sobra conocido por vosotros, pero que a mí particularmente me ha servido de referente a lo largo de mi vida:

 
Rudyard Kipling
Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila,
cuando todo a tu lado es cabeza perdida.

Si tienes en ti mismo una fe que te niegan,

y no desprecias nunca las dudas que ellos tengan.

Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera;

Si engañado, no engañas, si no buscas más odio,

que el odio que te tengan...

Si eres bueno, y no finges ser mejor de lo que eres;

Si al hablar no exageras lo qué sabes y quieres.

 

Si sueñas, y los sueños no te hacen su esclavo;

Si piensas y rechazas lo qué piensas en vano.

Si tropiezas el Triunfo, si llega la Derrota,

y a los dos impostores los trata de igual forma.

Si logras que se sepa la verdad qué has hablado,

a pesar del sofisma del Orbe encanallado.

Si vuelves al comienzo de la obra perdida,

aunque esta obra sea la de toda tu vida.

 

Si arriesgas en un golpe y lleno de alegría

tus ganancias de siempre a la suerte de un día;

y pierdes y te lanzas de nuevo a la pelea,

sin decir nada a nadie de lo qué es y lo qué era.

Si logras que tus nervios y el corazón te asistan,

aun después de su fuga de tu cuerpo en fatiga,

y se agarren contigo cuando no quede nada

porque tú lo deseas y lo quieres y lo mandas.

 

Si hablas con el pueblo, y guardas tu virtud,

si marchas junto a reyes con tu paso y tu luz.

Si nadie que te hiera, llega a hacerte la herida.

Si todos te reclaman y ninguno te precisa

si llenas el minuto inolvidable y cierto,

de sesenta segundos que te lleven al cielo...

Todo lo de esta tierra será de tu dominio,

y mucho más aún: serás HOMBRE, ¡hijo mío!

(IF de Rudyard Kipling)

 

Decidme, ¿Debo avergonzarme de haber recibido esta educación? Lo qué me avergüenza es que se haya perdido.
 
 
 
Saludos y gracias por su atención.

2 comentarios:

Marcos dijo...

Yo he intentado comprar esos libros de segunda mano para releerlos, y no los he encontrado. En cuanto a la FEN, era una María sin problemas, prácticamente no la estudiábamos, y en el examen al acabar yo ponía sin venir a cuento "Por Dios , España y su Revolución Nacional Sindicalista", y sacaba notable.

Javier dijo...

Cierto tan cierto como que hay cosas que se aprenden aunque no se estudien, se llevan en los genes y la formación del Espíritu Nacional es una de ellas. Por cierto yo estudié un libro que se llamaba Luiso.

Un abrazo y... lo bueno que tienen las cosas perdidas es que se pueden recuperar si nos lo proponemos, las que se queman, como pasó con la biblioteca de Alejandría, no.