lunes, 28 de mayo de 2012

EL ASALARIADO TAMBIEN EXISTE


 
En Libertad Digital
 
 

Rajoy: "No va a haber ningún rescate de la banca española"

En público, lanzó un mensaje de tranquilidad; solemnizó que no caerán ni bancos ni CCAA. En privado, apuntaló su estrategia, también sobre Bankia.



¿Qué pasa D. Mariano? ¿No oye? ¿No ve? ¿O cree que entre lo que le cuentan y lo que intuye ya lo sabe todo? Claro, usted, como cualquier político sea del color que sea, etimología o clan está por encima del populacho; ese odioso tumulto al que sólo hay que manejar y dominar. Todo lo demás, ruidos y cosas de bullangueros a los que hay que hacer oídos sordos, ¿No? Pues,  ¡Cuidado!, el faro es constante, avisa una y otra vez, sin descanso, de noche y de día insiste cabezón con sus fogonazos de luz para recordar del peligro. No pretenda ser más testarudo que él escondiéndose en una carta de navegación errónea, porque quizás cuando quiera enderezar el rumbo sea demasiado tarde y se estrelle contra las rocas. Y esas rocas, ya sabe, son duras, firmes, impertérritas.  Son el ariete capaz de hundir el más poderoso de los barcos a un solo envite. Sencillamente porque son la necesidad, el hambre, los embargos, el paro, los desahucios sufridos a cara de perro por los mismos bancos a los que ahora usted rescata con el hipotético dinero de su futuro y el de sus hijos; son las estafas sufridas, la corrupción mórbida de un sistema putrefacto, el reparto del botín entre las oligarquías de siempre. Son la impotencia ante la impunidad da la casta, de la casta, digo, de la puta casta política y su entorno, codiciosa hasta la extenuación ella y ambiciosos sin escrúpulos todos.
Incluso puede que para usted sea más importante toda la gente política que se mueve en cualquier nación de última generación, terruño, o arriate adosado. Puede que le preocupen más todos sus consejeros del mundo político; con sus testaferros, sus enchufados y sus adláteres femeninos, masculinos o unisex;  hasta sus altísimos cargos de bajísimo rango; y sobre todo y en particular sus consentidos banqueros y sus protegidos bancarios. Puede ser que le interese, sobre manera, hacer de Bankia, “Blanquia” sin más explicaciones que las que se  pueden dar en un parvulario. Puede. Puede que para usted el resto de los españolitos no merezcan un gesto, un alivio, un respiro, una compensación, un desagravio, algo más tangible que la esperanza sin confianza y viceversa.
Pero ¡cuidado! Mucho cuidado. Que entre los que le votaron y se sienten defraudados, sus belicosos enemigos de la oposición y un señor muy indignado que pasaba por allí,  es posible, sin saber nadie el porqué, hagan de usted, del PP y de la Derecha jabón al más puro estilo hitleriano. Pena.
Saludos y gracias por su atención.