miércoles, 9 de enero de 2013

EL REY HA HABLADO



EN LIBERTAD DIGITAL
 
 
Entrevista con Hermida en TVE

El Rey critica las "políticas rupturistas que no nos convienen nada"

La verdad es que yo, desde la hora de víspera del pasado día cuatro, me encuentro mucho más templado, más relajado, tal que fiel budista tras invocar a su sagrado mantra “Om” en profunda concentración.  No es para menos. Y es que cualquiera que oyera a D. Juan Carlo I  en la memorable entrevista que le concedió al no menos memorable periodista Jesús Hermida, hubo de quedar con una paz interior de aquellas de santo en plena levitación. Escuchar de su propia voz que S.M. se encuentra “orgulloso del presente y esperanzado con el futuro” es toda una inyección de optimismo. Natural actitud por evidente, seis millones de parados y otros tantos de pobres e in crescendo, es todo un presente del que sentirse orgulloso y un futuro esperanzador. Lógico talante por incuestionable, secesión, separatismo, pura traición de los gerifaltes catalanes y vascos a cada día y a cada hora que pasa e in crescendo, es sin lugar a dudas todo un presente del que sentirse henchido de honor patrio y un futuro tranquilizador. Corrupción, corrupción al detall ia l'engròs, al detalle y al por mayor, corrupción por ambición, por impunidad, por inmunidad, por norma, por la gracia del nogal, de banderas sin pabellón, por falta de grandeza moral e in crescendo, es sin lugar a dudas todo un presente del que sentirse fascinado y un futuro absolutamente sugestivo. 
Y es que es verdad señores, "Lo más terrible de este tiempo ha sido el terrorismo". Nos lo dijo así, tal cual. Por eso y sólo por eso, después de sus treinta y siete años de reinado dedicados en cuerpo y alma a su erradicación y persecución, hoy por hoy se les allana la evasión a los terroristas más sanguinarios y crueles al mismo compas que se reinsertan a sus cómplices en partidos políticos que las casas marcadas con la equis de ETA, por esta o por aquella razón, por este convencimiento o por aquel temor, legitimarán siempre con sus votos, al tiempo que se agravia hasta la humillación más vergonzante a las víctimas, a sus familiares y a todo español con algo de dignidad, con un poco de sentido de la justicia y el leve estigma de las canalladas sufridas grabadas en el corazón. Más nadie tema nada: “Somos la generación de la libertad” que así aseguró D. Juan Carlos I Rey de España sin sorna;  “Hoy veo a una España moderna, democrática y solidaria” apostilló en otro momento de su breve intervención. ¿Quién no quedará con el alma compungida y el espíritu conmovido cuando el Jefe del Estado concluye tan conciso, tan contumaz y concreto? No caben titubeos, en un futuro recordaremos a Su Majestad como el mismo desea ser inmortalizado: “como el Rey que unió a los españoles” Señor, sí señor.
El Príncipe heredero, que está muy preparado, montó ayer en un tren español, que circula sobre raíles españoles, para entregárselo a un catalán que no quiere ser español y que lo convertirá, de AVE (imperial) en pardal (gorrión) sobre raíles para rodalies.
Es una porquería este presente,  esta dádiva que nos trae la cuatrera España, ha dicho o ha dado a entender el honorable Arturo Más. Cataluña merece mucho más que un tren de alta velocidad procedente de España, que atraviese Cataluña y les deje en la frontera con Francia.
Y algunos merecen mucho menos del tres por ciento y mucho más de señorío y calidad humana para alcanzarlo, añado yo.
 
Saludos y gracias por su atención.