martes, 26 de abril de 2011

LOS GRANDES OBJETIVOS SIGUEN ADELANTE



Una asignatura, un atentado a la patria potestad sobre nuestros hijos: La EpC

Si Orwell propone el ejercer la coerción física y mental sobre la población; Adolf Huxley va más allá: llega a concebir la manipulación genética”. A medio camino entre ambos estamos actualmente. Creo.


Confieso que cuando di mi carné de identidad y mi firma como padre objetor de conciencia para recurrir contra la EpC (Hace ya de esto bastante tiempo), lo hice como un gesto de enojo, con saña, convencido que no prosperaría nada de nada. Pero cuando menos, en algún lado, quedaría constancia de la repugnancia que sentíamos un puñado de padres ante tanto abuso despótico.

Hoy somos cincuenta mil, cien mil, no lo sé. Pero estoy convencido que no somos cinco millones, o diez, porque la denuncia hay que hacerla dando tus datos personales y tu firma, cuestión ésta que lógicamente limita la iniciativa. Como es obvio, se teme y con razón, (conociendo como se las gasta el régimen socialista) una más que posible represalia; por lo tanto, antepones por encima de todo, que el crío no se señale en el centro escolar. Es triste, pero es la realidad. Somos conscientes que la inmensa mayoría de maestros y profesores ya fueron educados bajo la Asignatura para la Ciudadanía, si no la tuvieron descaradamente como obligatoria –como ahora es el objetivo-- sí incluida subliminalmente en toda y cada una de las materias académicas y de entorno cultural y educativo. El adoctrinamiento “sociata”, viene ejerciéndose en España “de facto”, desde que tocaron poder, allá por 1982. Posiblemente antes.

Díganme, ¿Qué Gobierno? ¿Qué Poder constituido, va a renunciar a modelar, moldear a los chavales en las edades más influenciables que tiene el ser humano? Siempre ha sido y será el gran objetivo. El proselitismo, el adoctrinamiento, es connatural a toda forma de Régimen político. Lo sabemos todos de sobra. Y que se puede convertir en un maquiavelismo aberrante y monstruoso, también; es decir, por definición: en la preeminencia de la razón de Estado sobre cualquier otra de carácter moral; a costa de todo valor ético, filosófico o religioso. Todo vale para perpetuarse en el poder. Cualquier crimen, en cualquier sentido, culturalmente físico o físicamente cultural.

Como nos ocurre en esta era socialista, cuyo único fin es enjaular el cerebro humano para que incordie lo menos posible, y tenerlo sumiso y en estado vegetativo al servicio del partido. Es evidente, a las pruebas me remito. Pretenden alelar al individuo: que no tenga conciencia, ni sentimientos, ni pensamientos; que le suponga un fastidio agotador el mero hecho de pensar; que no cuestione su modo de existencia, que sea como bola de grasa circulante sin más; que no ambicione nada más allá de lo que se le dé; que asimile para siempre que creer en algo, que no esté al alcance de lo que perciben sus narices es perjudicial; que el amor es un concepto discutido y discutible; que dude de su sexo y de sus deseos; que sea incapaz de distinguir al padre de la madre, y que de hinojo de gracias al sumo Gobierno que le ha dado una sociedad unisexo y uniseso para su felicidad.

Saludos y gracias a todos.