domingo, 31 de mayo de 2015

el cáliz real y el flagelo español


 
 
 
Cataluña (Catalunya), País Vasco (Euskadi). ¡Pobres naciones que dan tantos hijos pérfidos! ¿Ya han guardado hasta nueva ocasión sus disfraces, antiguallas de un carnaval desleal, traidor, lacra de la verdad y la historia? ¿Ya se han divertido en España a costa de los españoles, su himno, su bandera, sus sentimientos, sus afectos, su dignidad?, ¿esta familia enferma de egolatría y odio? ¡Pues hala, hijo! a casa, a ver si vuestros carcas maestros, vuestros hipócritas políticos, vuestros xenófobos padres os enseñan algo de cultura y un poco de historia; un mucho de educación, y una barbaridad de respeto.
Nosotros, los españoles de pies a cabeza, los enteros y auténticos, soportamos vuestra afrenta porque arribistas que han conseguido ingresar en esta ocupación privilegiada y mal llamada carrera política, por vericuetos insospechados y la mayoría de veces inconfesables, pretenden gobernar mi país, mi hacienda y mi orgullo. Y día a día, año tras año, traicionan mi patria, roban mi esfuerzo y denigran mi orgullo. No saben de desagravios, no entienden de reparaciones que zanjen las humillaciones, son incapaces de hacer un solo gesto que ponga en peligro su mugriento sillón.  
Pero sobre todo, nosotros, los españoles de pies a cabeza, los enteros y auténticos, soportamos vuestra ultraje porque sabemos que no tenéis patria ni terruño a la que hayáis amado jamás. Porque en nuestra cuna amamantamos que a ninguna madre se injuria ni se ofende ni se deshonra por muy canalla que sea su hijo.
¿Qué nos ha de extrañar en este país rehecho a imagen y semejanza del alto tronco político sembrado en 1978? Cuidado y regado hasta la fecha con ejemplos ante la ETA, ante los separatistas, ante el 11M, ante la corrupción, el aborto, la defensa de su lengua y su historia… ¿Qué nos puede sorprender?... ¿La crisis económica? ¿La crisis de unidad nacional? ¿La crisis del humanismo cristiano? ¿La bazofia mental que nos circunda? ¿La crisis de valores unipersonales y universales?... 
Nada puede asombrarnos después de cuarenta años de Gobiernos españoles con la Corona a la cabeza, acobardados todos, y uno por edecanes díscolos.
Cuatro décadas llevan los distintos Gobiernos españoles con la Corona a la cabeza alimentando el triste, cruel y oscuro desafío de avariciosos charnegos y fantasiosos fantasmas de iluminados orates. Mala gente, que blanden sutiles armas: xenofobia, lengua, raza, para crear odios, venganzas, rencor entre hermanos. Por unas monedas, por un poco de un efímero poder que gozarán ellos pero perderán sus hijos. 
 
 
Saludos y gracias por su atención.           

miércoles, 27 de mayo de 2015

...Y OCURRIÓ




Nosotros hemos cumplido una vez más. ¿Y ahora? Ahora volverá el trueque de siglas, y nuestro voto volverá a ser secuestrado por cientos de miles de parásitos para usos y abusos, para inmerecidos sueldos, para canonjías y comisiones, para explotar el BOE y explotarnos a todos.
 
 
 
Les hemos demostrado por enésima vez que conocemos su juego y sus fullerías, que admitimos el ceremonial, que asumimos los hechos consumados, para que nunca, nunca, les pueda servir como coartada, si un día aquellos que ya tienen una ruina y les trae al pairo buscársela a los demás, nos envuelven entre orates, sanguijuelas, embaucadores, dictadores de viejas escuelas, y nos arrastran por imperativo de la impotencia. No. No podrán culparnos nunca. Si acaso llega un diabólico caos, peor que lo vivido hasta ahora, será sólo y exclusivamente por el uso fraudulento que hacen todos estos mangantes de nuestros deseos de democracia y libertad; de integridad y ética; de verdad y justicia.
Quede claro: acudiremos, ingenuamente, convencidos de hacer el ridículo en este grotesco régimen, en esta fachosa democracia que no es digna de nosotros. Agarraremos una papeleta, cuantas veces sea preciso, y la depositaremos en la urna mientras recitamos una jaculatoria a modo de ritual: aquí tenéis, nuestro voto, antes que acabéis definitivamente con vuestra gallina de los huevos de oro y nosotros no podamos comer ni caldo, imbéciles.
Y ocurrió.
 
 
 
Saludos y gracias por su atención.

viernes, 1 de mayo de 2015

1º de Mayo Fiesta Nacional. 5 Millones de parados, drama nacional.


Hace años, escribí estas líneas intentando hacer una escenificación real de la dramática situación de paro que vivimos en España desde hace ya casi veinte años, y que lejos de tener visos de una paulatina solución, se agrava dramáticamente en el tiempo de los distintos Gobiernos y el espacio de todo el territorio nacional.
Decía así, más o menos:
 
Yo creo que PP, PSOE, Sindicatos, y demás camarilla de la cosa Pública, no quieren enterarse de la bomba que tienen en el asiento de sus poltronas. Ni unos ni otros son conscientes del drama que cinco millones de españoles están viviendo. Padecen, estos del  ordeno y mando, tal autismo, tal engreimiento, tal repliegue sobre sí mismos, son tan ajenos a la necesidad, la penuria, la indigencia, las “trampas”, la impotencia, el hambre, que cuando el poderoso detonante de la desesperación haga estallar todo en mil pedazos, aún no sabrán el porqué.   Es más, aquel que afortunadamente tiene un medio de subsistencia, no se percata en plenitud, que la metralla nos alcanzará a todos.
Dense una vuelta por los centros de trabajo que todavía funcionan. A las seis, a las siete o la ocho de la mañana, según hora de picar en el reloj o en el torno de entrada, y verán. La puerta y aledaños, parece las colas en una taquilla de la plaza de toros de mi pueblo, para ver a José Tomás. Con un cigarrillo entre los dedos de una mano y el papelito del currículo enrollado en la otra, esperan angustiosos, que algún capataz, algún jefe les llame para el “currelo”. Y los que están dentro, viven en su mayoría con el, ay, en la boca, porque su puesto de trabajo es tan provisional, tan precario, está tan en el aire, como su hipoteca. La papela del preaviso les puede llegar a la hora del bocadillo.
Me ha venido a la memoria una escena, ya olvidada en el tiempo.
Tendría yo unos siete u ocho años y acompañé a mi madre al mercado. Era temprano y para mí una novedad, sin colegio aquel día y de paseo. Al llegar a los alrededores de la plaza de abastos, en la acera de “Juanito Custodio”,  desaparecido almacén de ultramarinos, sobre la que el sol empezaba a calentar, un puñado de hombres de gorra, pelliza y cigarro, se apiñaban en un murmullo, entre el humo y el vaho de sus voces. Me impresionó y me dio miedo.
¿Qué hacen éstos hombres mamá?—pregunté.
Esperan trabajo—me contestó lacónica mi madre.
Exacto, esperaban al “aperaó” para que algunos, solo algunos, se los llevaran al campo a echar “la peoná”. Como en las parábolas de los Santos Evangelios. Como ahora mismito.
 
 
 
Saludos y gracias a todos por su atención.