lunes, 3 de febrero de 2014

CONTUBERNIO ENTRE LAS PALABRAS Y LOS HECHOS





¡Y qué contentos se les ven! ¡Cómo ríen, cómo se aplauden entre ellos! ¡Cuánto abrazo, cuantas manos cogidas y cuantos brazos en alto! ¡Qué seguros están de sí mismos! ¡Cómo se saben los dueños, los amos del corral! Ahí están, los padres, los hijos, los nietos: radiantes, sin problemas. Son los que ocupan todos los puesto de todos los sitios, del botones al director, del pinche al presidente; son el Partido, son los distintos, son la otra categoría, son los españoles que introducen en las urnas la nómina con membrete del Partido, son los que no conocen el paro, ni la crisis, son los que ven “la vida en colores”, son los que viven del cuento, de un auténtico cuentos de hadas, ¡coño!”
Pero, ay amigo, las declaraciones, actuaciones y movimientos de Rajoy y demás farándula pepera, son como esos goterones que al caer en el agua forman circunferencias concéntricas, pero al momento pierden intensidad para desvanecerse efímeras e inútiles. Nada toma cuerpo, nada dibuja una figura sólida, con base y tridimensional. Todo se convierte en vaguedades inconsistentes o, en vanidades de milhombres
Toda esta caterva de gorrones y gorrinas, por sueldos mensuales que darían para sufragar anualmente a cientos, --miles tal vez-- de médicos, maestros, policías… profesionales verdaderamente útiles para la sociedad, no voy a decir que maten, que no, sólo propician los medios para que otros lo hagan (Léase aborto). Son capaces de vender su alma al diablo y arruinar las de los demás. Nada les importa. Las directrices que les marcan sus superiores no las cuestionan, no las reflexionan, no las discuten. Jamás. Aunque estas sean satánicas, siniestras, injustas. El cargo, el puesto no es que esté por encima de cualquier principio ético o valor moral, no. Es que les ciega el cerebro y les cierra el corazón, si alguna vez tuvieron una cosa y la otra.
Y esto es así, ora la Izquierda, ora la Derecha, del mismo cuerpo, claro. Se llama élite política, aunque no sea minoría selecta, si es rectora. Muy rectora y, muy a mi pesar.

Saludos y gracias por su atención.