miércoles, 29 de julio de 2015

EL GUADALETE... reedición




Da igual, pueden haber llegado en globo o en cayuco, jugándose la vida entre las ballestas de un camión o en el Renault de su primo. Lo cierto es que huyen de sus tierras, de su hambre y de sus miserias, del erial que nunca regaron. Y una vez alcanzada otras patrias, otros lugares, anclan sus tiendas de lona, de esa vieja y podrida lona que cobija antes al hombre que a su madre, que guarda en su milenaria historia la esclavitud como virtud.
Y pronto son poblado que pisan y escupen sobre la libertad que los amparó. Y pronto avisan y advierten que su dios no admite infieles vivos. Y pronto convertirán el vergel que encontraron en páramo quemado, en estepa de la que volver a huir.
Podremos ver como el Guadalete vuelve a llegar hasta Oviedo, y podremos ver que ochocientos años no es nada que febril… Que jamás entenderán --¡maldita sea!—que sólo se llega a Dios por la libertad; que entre el pozo del oasis y el grifo que mana agua limpia clara y fresca donde quieras que vayas, han pasado siglos de sangre y lágrimas. De esfuerzo y entendimiento. De respeto y trabajo. De paz y del deseo de tenerla en hermandad. Que la libertad es nuestra meta y el amor nuestra causa.
Mañana podemos ver por todos los pueblos de España a un Muetcin sobre su hermoso Minarete llamando a oración. Podemos ver la Media Luna en los balcones de nuestros ayuntamientos. Podemos ver como se entregan las niñas con el clítoris extirpado a los sátrapas del lugar. O no. Ya veremos…
 
 
 
Saludos y gracias por su atención.