jueves, 9 de junio de 2011

LA ROSA Y EL PUÑO

LIBERTAD DIGITAL:

DENUNCIAS A AYUNTAMIENTOS SOCIALISTAS

 

 

Traumático traspaso de poderes: trituradoras quemadas, patadas a las puertas y guardias civiles de centinelas


No importa que destruyáis papeles que os acuse directamente de algún crimen o delito. Ni pruebas más o menos concluyentes de treinta y muchos años de latrocinio; de casi cuatro décadas de continuado y rampante abuso de poder, de ambición sin escrúpulos. Al cabo, tanto papiro y teórica documentación, dudo que algún día os llevara a los juzgados. No lo permitiría el sistema. Cómo tantos y tantos dolos, atracos, estafas que quedaron, digamos… archivados a lo largo de todos estos impenitentes años de corrupción y demás lindezas. Ni tan siquiera servirían para un simulacro de reparación a ese proletariado al que durante tantos años, le habéis enseñado el puño cerrado, amenazante y caduco, símbolo de tantas vergüenzas y crimines; de frustradas reivindicaciones y de coartadas ciertas para los bandoleros de siempre, para todos vosotros. Puño en alto  con una mano, sin sonrojaros por su historia. ¡Ah! ¿Por qué? Si mientras la otra os ha servido para ahuecar la alforja, impunemente, despóticamente.     

Lo decía mi abuelo: ni la preñez, ni los dineros se pueden ocultar. A su tiempo y forma siempre dan la cara. Y, a estas alturas, a nadie le hacen falta vuestros papeluchos para asquearse de tan nauseabunda evidencia convertida en costumbre, de tanta política basura, de tanto político podrido, de tanta degeneración. Hace  mucho tiempo que la gente dejó de preguntarse aquel dicho popular… ¿de dónde saca, para tanto como destaca? Nadie en estos tiempos ha descubierto nada, sencillamente empiezan a decir basta. Parece.

Convéncete viejo amigo, al final vuestros incondicionales ciegos, vuestros perennes sordos, serán los que os succionen de la poltrona, del poder, del Cartier, de Armani y de la camisa de seda sin corbata, empeño éste, de una hipócrita apariencia, que ya no vende nada. De la brutal inoperancia que demostráis en el ejercicio del cargo y de la eficacísima maña para amañar el  caos cada vez más salvaje de este país. 

Ya no quedan incautos para vuestro trasnochado y demagogo discurso, ya no hace adeptos, jamás los hizo, en todo caso, adictos a la droga de la insustancial y  empero rentable vida política. Las deserciones por hastío, por repugnancia se multiplican. Se adivina tal estampida que no quedará capullo sin pisotear en la huída. Y os vais a marchar como llegasteis: ocultando al pueblo la verdad de vuestros macabros propósitos, entonces; y quemando las pruebas de vuestras fechorías perpetradas, ahora. Sin remordimientos, sin el más mínimo acto de contrición, sin vergüenza. Con la cartera llena y la conciencia vacía.

Quizás sea vender la piel del oso antes de cazarlo. Pero si lo que se presagia ocurre. Si se tienen que ir, porque los votos así lo ordenan y la Guardia Civil lo recomienda. Si es así, y es para no volver, me doy por satisfecho. 

Gracias por su atención.