viernes, 18 de febrero de 2011

LA VERDAD ES HIJA DEL TIEMPO, NO DE LA AUTORIDAD (Francis Bacon)









¿Qué os creéis? ¿Qué no somos conscientes querida raza de políticos?

Lo sabemos, de sobras…


Escribir para conmover vuestros corazones, supone un esfuerzo inútil. Ni el más audaz de los filósofos, ni y el más sensible de los poetas sería capaz de arrancar de vuestras mugrientas almas, el más mínimo latido de inquietud, de turbación, de remordimiento.

Querida raza de políticos: escribir para insultaros, es caer en la zafiedad, en la ordinariez, bajar a un terreno degradante, donde nosotros sólo conseguiríamos abonar un poco más vuestros pedos. Aunque reconozco, que entre col y col, bien merecéis un caracol.

Querida raza de políticos: escribir para denunciaros, no tiene sentido. ¿Ante quién? ¿Ante qué tribunal? ¿Ante qué juez? ¿Ante qué poder instituido? ¿Ante qué estamento intelectual, militar o, nobiliario? ¿Ante quién, qué y cómo, si todo y todos os pertenecen, domináis y administráis? No. Verdaderamente no tiene sentido.

Pero, querida raza de políticos: escribir como desahogo, como consuelo, ante el sufrimiento de vuestras canalladas, no es malo. Es una buena terapia, saludable para la mente y para el cuerpo. Y resulta una verdadera gozada, una autentica dicha saber que poco a poco, reglón a reglón, dejamos, para la historia, testimonio del aterrador presente que habéis… que estáis perpetrando.



Y…

Que invadís los foros más dignos y sensatos con reivindicaciones vengativas, nosotros enterraremos vuestros mensajes con los nuestros de paz, verdad y sinceridad.

Que nos provocáis en un blog transitado por gente de bien, responderemos con temple, seguros, con la máxima objetividad y auténtico rigor.

Que los periódicos para vosotros son panfletos donde hacer demagogia, nosotros improvisaremos rotativas en las paredes, en los retretes y en las puertas de vuestras casas para desmontar vuestros engaños, vuestras mentiras.

Que la radio es vuestro altavoz para proclamar la guerra a la los españoles, nosotros correremos la voz de boca a boca, y los llamaremos a la trinchera de la concordia, el respeto y el perdón.

Que quemáis los libros de autores valientes que desenmascaran la villanía de vuestros cuentos, vuestra manipulada, tergiversada e interesada historia, plétora de sangre y pus, nosotros la reescribiremos en nuestra piel.

Que perseguidos, que clandestinos, que presos. Que me da igual. Pero, si no nos extermináis como a moscas, seguiremos brotando por aquí, por allí, incansables. Nunca callaremos. Siempre esteremos en el frente, guardando la verdad, la justicia y la libertad. Es nuestro modo de ser. Y nuestra misión: advertir a las generaciones venideras, que los socialista, los separatistas y los individuos llamados de izquierda de estos tiempos de decadencia y horror, han conseguido hacer de este siglo, el del desdoro para España. El de una era abominable e involutiva.

Es una cuestión de honor. Y éstas, queridos son las peligrosas.

Saludos y gracias a todos.