domingo, 10 de abril de 2011

Y SEMANA SANTA...







Y Semana Santa…

¡No tengáis miedo de acoger a Cristo y de aceptar su potestad! Repito hoy con fuerza: ¡Abrid, más aún, abrid de par en par las puertas a Cristo! ¡Dejaos guiar por Él! ¡Confiaos a su amor!”(Juan Pablo II)
Ahora más que nunca, estamos en tiempos de misión, y yo la hago con gusto, porque me parece bueno, porque me parece justo, porque manifiesto mi fe. Y si cada año hay que recorrer las calles de mí pueblo, este año más. A ver si esa imagen, a la que dio forma las manos del artista, atiborra las retinas de esperanzas, y de fe en la buena voluntad de la gente buena. Quizá hagamos pensar o reír. Pero si a alguien le acude la duda entre el bing-bang y el Libro del Génesis, daremos por buena la burla.

No. No me juzgue nadie. Nadie me ofende. No sé si soy un meapilas. No sé si soy un capillita. No sé si soy un hipócrita. No sé si soy un supersticioso. No sé si soy un pobre tonto, ignorante y borrego, no lo sé. Pero si sé lo que quiero ser. Quiero ser el hijo de un Amor omnipotente. Quiero creer en mi Dios bondad, piedad, caridad, misericordia, clemencia, humanidad, ternura… Quiero creer en ese Dios hecho Hombre que se mezcló con nosotros para enseñarnos a ser hombre, sencillamente eso: hombre. Quiero creer que creo.

Eso es lo que hay. Todo el mundo sabe que bajo el antifaz, túnica y capa hay una promesa, un compromiso, un lazo anudado a la defensa de la vida, al respeto por el ser humano, a la búsqueda de la verdad, de lo justo y la bondad.

Saludos y gracias a todos.