viernes, 11 de febrero de 2011

¿HASTA CUANDO...?


La mafia que tiraniza España, con sede social en vascongadas, es sin lugar a dudas un hecho dramático y horrible al que parece estemos condenados a perpetuidad. “La guerra del norte”, le llamaban en el Alcázar de Antonio Izquierdo, allá en los años 70. Esa guerra, creía yo, por aquel entonces, se hacía contra un enemigo invisible y sanguinario. Se padecía más bien a manos de unos criminales secesionistas al grito de “gora eusKadi asKatatuta”. Pero, ¡Quiá! el tiempo ha venido a demostrar que lo del grito no era más que el tocomocho para estúpidos incautos de chapela, mus y chacolí; para que los chicos de la gasolina quemen autobuses y testosterona los sábados noche; para que políticos recoge nueces con gusanos, vayan y hagan recuento bajo un árbol de Guernica posiblemente podrido por la vergüenza; y para que ideólogos a jornal hagan su agosto. Para “la bolsa o la vida” de ETA y para pretextos inconfesables de no sabemos quien. O si.

Y así, años tras años, entre exclamaciones, justificaciones y, el famoso: “algo habrá hecho”; así décadas, entre llantos, féretros y jaculatorias; así, con la cara cada vez más sonrojada; así cada día más humillados por estas bestias, que nos miran con una mueca de sonrisa diabólica y se pavonean como héroes entre una calaña cobarde que les teme y que les concede los honores que se toman los tiranos. Y así, se han acostumbrado ellos a vivir de la muerte, y nos han educado a nosotros a recibir la muerte a manos de ellos. Y así, nos hemos acostumbrados a vivir todos. Todo normal. Y las leyes caducas e injustas, sujetas siempre a la distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares, no se derogan. Jamás. Y así, seguiremos esclavos de las viciadas costumbres de los viciosos que pudiendo, no quieren, no saben. ¡Ya!

Me la juego, ya lo sé. No tengo guardaespaldas.

Saludos y gracias a todos.