sábado, 14 de julio de 2012

AGRANDANDO EL FOSO



Hoy en Libertad Dgital:


Las claves del nuevo Fondo

El Gobierno dispara la deuda pública para rescatar a las CCAA




Que diecisiete gobiernos de diecisiete regiones han arruinado España para diecisiete generaciones lo sabe hasta Griñan, Bono, Mas o López.
Que el engendro de las taifas ha desangrado este país hasta la última hemoglobina y el último hematíe, es un axioma.
Que tantos y tantos millones y millones para las manirrotas CCAA, para los San Telmos, la embajadas y los retretes de tanto políticos que han de evacuar por el culo entre rosas y dulces olores, porque el hedor de lo que defecan por la boca no tiene solución ni ambientador inventado capaz de mitigarlo hay que suprimirlo, es de ley.
Que se acabó la bolsa o la vida y que hay que erradicar el modelo de un una vez y de un plumazo, está tan claro como el agua clara.
Que tanto ha ido el cántaro a la fuente que se ha descuajeringado, es obvio.
Que a estas alturas del esperpento todo el mundo conoce de sobra como vive un político. Cualquier político, concejal, diputado, senador o eurodiputado de esta desvencijada España, es de sobra sabido.
Que se trata de una especie parasitaria y de  zánganos pertrechados en el Erario, al que tiene la obligación de mantener a todo tren el soldador, el electricista, el mecánico, el repartidor del butano o el autónomo, es tan palmario, como que lo llevamos padeciendo sobre nuestros lomos un tiempo… de verdad, de verdad, desesperadamente agotador.
Que en este bochornoso pero impasible tiempo que ha durado el diabólico experimento, se han llevado las pesetas, los euros, y los dineros en especies y en metálico, a espuertas, a sacos, en maletines y bolsas de basura, lo sabe desde el camarero de cualquier restaurante, hasta el paleta de cualquier obra, civil o pública. 
Que por el desvergonzado latrocinio, hemos pasado de ser un país fiable y respetable a convertirnos en un reino pedigüeño de dudosa confianza, lo pueden acreditar Los Mercados y la Sra. Merkel.
Que difícilmente ni este gobierno ni venideros van a pedir cuentas, ni a incautar las cuentas de aquí y forasteras de todos los políticos y allegados, que con poder del ordeno, mando y firmo han pasado durante los últimos treinta años por las distintas poltronas, lo tenemos asumido.
Que hasta aquí hemos llegado con el genocida negocio, sólo por la higiénica razón del legítimo uso de la defensa propia, parece evidente.
Que usted señor Rajoy conoce todo esto y más, lo damos por sentado.
Que usted señor Presidente sabe que no se puede andar con medias tintas, ni poner paños calientes, sino que se trata de ir directo a la abolición de las fraudulentas CCAA, es patente.
Que sin embargo no va a mover en ese sentido ni un solo dedo, sino más bien al contrario, a pesar de que nada puede temer de Presidentillos secuaces, ni de charlatanes, ni de culi-parlantes porque estos serían incapaces de mover ni a un solo ciudadano para una supuesta reivindicación, por simple descredito y miserable ejemplo, está a la vista.
Que usted, su Gobierno y toda su farándula, con la coartada de este come cocos al que queréis que llamemos crisis, nos condena a pagar la ronda, y todas las que sean necesarias en esta bacanal delirante de gentes ebrias de ambición y poder, es una triste realidad.
Que usted, su Gobierno, su farándula y toda su casta política nos sumirán en un suicidio colectivo de una sociedad exasperada, encolerizada, sin cabeza y sin objetivo claro, en una rebelión desesperada, no le quepa dudas Sr. Rajoy. Y todo, por no sé qué razones espurias que le impiden acometer una reinserción revolucionaria e histórica que nos coloque en los tiempos previos al guirigay de los idílicos tiempos de la transición.
A su conciencia y a la de los que le rodean irá el desastre, a nuestras tristes vidas y paupérrima hacienda los hechos.



Saludos y gracias por su atención.