sábado, 30 de abril de 2011

QUE SE GUARDEN SUS FIESTAS

En Libertad Digital: 





 1 de Mayo de 2011


Ganarás el pan con el sudor del de enfrente (Patricio Chamizo)

Desde hace años cada primero de Mayo me acuerdo de este libro que leí a finales de los años sesenta. Tiene la virtud de que su titulo encierra una sinopsis lacónica, lapidaria, pero absolutamente real. Si miras a tu alrededor, lo verás enseguida, todos con su carné del partido, carné de Visa, carné de vividor, carné de político. Ahí están, gozosos y felices desde que lograron un empleo, miento un divertimento, miento un abono en barrera de sombra.

¿Pero que macabro rollo se tienen montado estos corsarios, estos piratas de los mares del trabajo, del esfuerzo..., del sacrifico ajeno? El saber está muy “repartio” y a estas alturas, ya hemos aprendido muchas cosas, ya somos concientes que nos tocará conformarnos con lo que buenamente tenéis decidido desde muchos años atrás. Pero no insistáis, no pretendáis engañarnos más con capitalismos, socialismos y demás “ismos”, porque la única y autentica realidad es que siempre habéis sido los verdaderos “dueñismos” de lo material, de lo tangible, del pasteleo y de las leyes para demostrarlo.

Un año más celebrando éste paradójico, absurdo y destartalado día de hoy. ¡Qué extraña exaltación! ¡Qué triste festejo! Día de pesadumbre, de penalidad, de vergüenza. 1 de Mayo de 2011, como en 2010, 2009, 2008, 2007…, días para la meditación, para la tortura. Años para olvidar. ¿Cuándo?

El padre, la madre, cualquiera que engrose esa maldita lista de desempleados, pensará que es un día de burla cruel, de sarcástica tomadura de pelo.

Que le dieron una maldita papeleta premiada, marcada y trucada de una maldita ruleta que no se cansa de repartir desolación. Que su maldito numero es uno más perdido entre casi cinco millones de malditos parias.

Que la desilusión, el abandono, la desesperanza, la frustración que se respira entre trabajadores y luchadores honrados del pan nuestro de cada día, no puede, no debe quedarse anclada por más tiempo en el infierno de la incertidumbre, la indigencia y la vergonzante vida a la que le han arrastrado una tribu de ladrones, ineptos, incompetentes y miserables casta de malhadados políticos. Ésos que un desdichado día robaron el voto de la buena paz. La del corazón. La de la verdad sigue secuestrada en las mismísimas manos. Sin enterarnos. Todavía.

Saludos y gracias a todos.