miércoles, 26 de octubre de 2011

LA CRUZADA



No me interesan para nada los comunicados de ETA. Lo que diga me la trae al pairo. Ni quiero sus concesiones. Ni sus ridículas promesas. Ni deseo oír  sus grotescos eufemismos. Ni soporto su cinismo sangrante y despiadado.  Ni su desvergüenza, ni su mentir aberrante. Ni me asustan sus pistolas, ni sus bombas, ni sus métodos indignos, viles, bajos, criminales. Nada de ellos me importa. A estas alturas, ya ves... Tienen cincuenta años de terrorífica existencia y yo sesenta de vivir con las manos en alto.
Lo que sí me preocupa es la actitud del Presidente, del ministro del Interior, del Gobierno, de la oposición; del aspirante que va recogiendo los huevos de la faisana, y del que se los pone por montera; de los políticos en general y de gran parte de periodistas y sucedáneos adscritos al poder in illo témpore.
Si para ser político, hay que dejar de ser aspirante a humano, olvidarse de valores, renunciar a idealismos, trastocar filosofías, relegar noblezas, convertirse en un apátrida entre sediciosos, un traidor entre asesinos, un hipócrita entre tus compatriotas, además de recurrir sistemática y descaradamente a la más pura demagogia… a la degeneración de la democracia, a las concesiones y los halagos de los sentimientos más elementales de los ciudadanos para conseguir o mantener el poder (que por definición así nos lo dice la RAE), entonces… ¡execrable oficio! Y perversa ciencia. Y si así son y así hacen los amos… de los criados mejor ni hablar.
No hay elecciones sin atentado, sin víctima, sin víctimas. Siempre. Está escrito en el macabro protocolo de estos sicópatas. Todos lo sabemos. Y si de aquí al próximo día 20 de Noviembre no saltara por los aires ningún coche, ninguna línea férrea, ninguna terminal de aeropuerto, será para que lo que hoy pende tremola,  como amenaza incruenta, pero amenaza solapa,  se pueda convertir, vía reivindicación, en cruenta a partir del recuento. Y entonces sí, entonces volverán las lágrimas, las auténticas, las del corazón, las la dignidad vejada, las de la memoria extirpada y las de la justicia perseguida.
El próximo sábado 29, nos vamos de campaña, a Madrid. No de campaña electoral, que esa queda para que toda esta pléyade de politicastros nos anticipe los futuros años de corrupción, despotismo y turbios manejos que se nos avecina. No. Nosotros nos vamos de cruzada, sin indulgencias de ningún Papa, sin protección de ningún rey. Solos. A pecho descubierto, a combatir al terrorismo, a la ETA de ayer y de mañana y a quienes le pone la capucha. A exigir respeto a los españoles y honra a nuestras víctimas.
Saludos y gracias por su atención.