Siempre me han dicho que en la mili, nos daban bromuro para bajarnos la libido. Si eso era así, --que lo dudo-- a mi nunca me dieron una dosis adecuada, porque jamás se me bajo nada. Cosa de la edad, supongo.
Actualmente, hay mucha gente convencida, que a los ciudadanos se les fumiga desde los cielos con polvos que van desde la coca a una especie de bromuro o droga para conseguir mantenerlos acarajotados, alelados, con tal grado de cretinez que no consigan percatarse de lo que pasa a su alrededor. Y eso es así, quiero decir el objetivo de aborregar a la gente. Lo que ocurre es que al personal no se le fumiga: sencillamente no se le permite pensar, no se le da tiempo para recapacitar. La TV estatal, las televisiónes autonómicas, cualquier tele, las radios de emisora única, o la prensa de pensamiento prefabricado en los talleres del poder, son el bromuro y los polvos de fumigación, son los encargados de que nadie tenga tiempo de reflexionar, de asimilar, de juzgar nada. Todo sucede de forma concatenada, trepidante, angustiosa. Te dan el sudoko y la solución, pero antes que lo rellenes, ya te han puesto otro delante.
Si no, díganme, ¿cómo se pueden cometer tal cantidad de atrocidades políticas y que no le revienten las narices?; explíquenme, ¿cómo se puede gobernar un país desde el sadismo y que no le exploten sus propias bombas en el culo?; cuéntenme, ¿Cómo se puede hacer de la demagogia el pan nuestro de cada día y que no le salten por los aires sus inmorales lenguas?; indíquenme, ¿Cómo se puede decir las más incomprensibles de las aberraciones, cómo se puede ser tan absurdo, tan tremendamente irracional, ganar una fortuna legal y otra ilegal, mandar y gobernar sobre un pueblo y que no te arranquen los ojos?.

Saludos y gracias a todos.