jueves, 24 de marzo de 2011

EL "CEJAS" Y ALGUNOS MÁS

Ni mandan, todos los que son; ni son, todos los que mandan. Me niego rotundamente a creer que dependemos, para bien o para mal, sólo y exclusivamente, de los efluvios que emane el cerebro de este señor que tenemos por Presidente del Gobierno.

Me parece, que no es una teoría, sino una constatación, que el Gobierno de España, --como todos los del mundo occidental-- se encuentra enclavado, en un sistema económico globalizado; en un cuadrante de coordenadas geográficas determinadas, y vectores ya calculados. ¡Joder!, que lío me he hecho, ¿No?

Quiero decir, que todos los que gozamos de Internet, digamos, pertenecemos a una sociedad mercantil, o S.A., a un pertrechado entramado con una clara regla de juego que hay que cumplir a raja tabla. Es decir: los que siempre han tenido, y tienen poder y dinero, han de seguir per secula seculorum alojados en la torre del homenaje. ¡Faltaría más! Esto siempre fue así,  desde el principio de los tiempos.

Naturalmente los distintos cuadros de poder, poco a poco se han ido uniendo para salvaguardar y defender más y mejor sus leyes, sus ejércitos, y sus pistolas, que se pueden traducir, como es obvio, en poder y dinero y viceversa.

¿Y el resto del mundo mundial…? pues cuanto más luche por que eso sea así, mejor vivirá. Cuanto más sea servidumbre “más pelo tocará”, como se dice en el argot de Cuchares.

Después repartan papeles en esta tragicomedia que sólo cuenta con actores, y cuyos únicos espectadores son aquellos que escriben el guión. La lucha es real, es a muerte por conseguir un papel de estrella, de protagonista entre el elenco de comediantes. La titulan política y la convierten en grotesco argumento para interpretar con apariencia de autenticidad en cualquier escenario.

Yo estoy convencido, que delante, detrás y al lado de todo Jefe de Gobierno elegido democráticamente, existen poderes que condicionan y accionan los resortes de las directrices a seguir. Pero todos en su casa y Dios en la de todos. Dicho de otro modo: que si no se trata de un dictador, un golpista u otro modo semejante de acaparar el poder (que llegado el momento si incordia mucho también) --Sadam Husein, Zine El Abidine Ben Ali, Mubarak, o Gadafi son ejemplos recientes--  una vez en la poltrona le leerán la cartilla y las reglas de juego del “National Rollo Club”.

Verbigracia: nuestro ínclito J.L. Rodríguez Zapatero. Sin entrar en bagatelas de demagogo, populista, rancio anti-USA, y todos los antis al uso progre, incluso chulo y ofensivo; antibelicista y no sé cuantos fanfarrias más cuando era un incierto candidato al poder, pasó por el arte de birlibirloque, a fervoroso seguidor de la política guerrera y económica de G. Bush, y hoy de Obama, de SarKozy, de D. Cameron y de quien convenga. Él solo, y sólo al ratito de estar instalado en la Moncloa. Cosas. De bufones claro.

Saludos y gracias a todos.

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