31 años de frustración, farsa, falsificación, fullería…
Hoy es 28 de Febrero, Día de Andalucía. Y ha amanecido un día con nubes y claros, muy gris, apenas se deja ver la luz del sol. Parece, que agorero, presagia la fiesta que venimos celebrando hace ya treinta años, creo, que ya ni me acuerdo. Ni quiero. Así, como el color deslucido y sombrío de la falsa esperanza de siempre y la eterna frustración de años y años. Malograda siempre en la palabrería y el timo, la luz de la dulce bonanza que fuera, bien política, quizás ética, moral e incluso ¡Jo!, económica.
Hoy, desde Chaves alias Griñan y toda su cohorte, hasta el último concejal de la más pequeña de las pedanías, acudirán con su tarjeta oro, negra ó amarilla y cargo al Erario, a los restaurante más afamados, para celebrar el Día de Andalucía. Hoy es su fiesta. Todos los días son fiesta para ellos, pero hoy por antonomasia. Hoy los langostinos de Sanlúcar están más que justificados. Mientras tanto, el pueblo permanece con la boca abierta tragando cada cuatro años falsas esperanzas y promesas que no se cumplirán en ningún tiempo, ni prospero, ni de crisis.
Hoy los veremos cuan contentos viven. Cómo ríen, cómo se aplauden entre ellos; abrazos, manos cogidas y puños en alto. Seguros de sí mismos. Se saben los dueños, los amos del corral. Ahí están, los padres, los hijos, los nietos: radiantes, sin problemas. Son los que ocupan todos los puesto de todos los sitios, del botones al director, del pinche al presidente; son el Partido, son los distintos, son la otra categoría, son los Andaluces que introducen en las urnas la nómina con membrete socialista, son los que no conocen el paro, ni la crisis, son los que ven “la vida en colores, ¡coño!”
Hoy como siempre, a esta mi Andalucía le toca bailar con la más fea: siglos con y contra los de chilaba y turbante; alfanje y sangre. Años y años con y contra Lords, SIRES y reyes felones. Décadas con y contra el caciquismo y el señoritismo del caballo sin caballero. Decenas de años con y contra Marx y la “repartiora”; truhanes y golfos del “to´palpueblo” en el poder. Nombres, hombres que la ley ampara para robar o para dar. Y, ya ves, han elegido, sí: malversar, asaltar, saquear a su pueblo. Han vuelto a cambiar el trigo limpio por la paja, a derrotar, hundir a su Andalucía con mentiras entre limosnas; con saqueos a toda arca pública entre falsas promesas. Éstos que llegaron al coche oficial entre gritos y cánticos de libertad, justicia y pan, se han convertido, sino lo fueron siempre, en aquellos que los ojos cansados de los andaluces siempre vieron: alimañas de bota alta y fusta en mano que la tienen engañada, explotada, maltratada, vejada.
Hoy, como no ha mucho tiempo, los mal nacidos de antes y de ahora, la han puesto a trabajar por un trozo de tocino, una hogaza de pan y un poco de aceite, y como no ha mucho tiempo no le permiten, no le dejan que aprendan a leer… la prensa. Esa que habla de “Pellones”, “Malayas”, Mercasevillas” o “Eres”, pongamos por caso. ¡Somos todo un ejemplo!
Pongamos una vela a Fernando III el Santo, la vamos a necesitar.
Saludos y gracias a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario