EN ABC:
UNA MARCHA DE DOS KILOMETROS Y MEDIOS EN FAVOR DE LA VIDA
Mira, sé que es inútil. Quizás no sirva de nada, pero de algún modo dejaremos constancia de el enorme amor que existe en el genero humano. A pesar de todo. He aquí una pequeña síntesis de un interesante trabajo realizado por una profesional sanitaria:
UNA MARCHA DE DOS KILOMETROS Y MEDIOS EN FAVOR DE LA VIDA
Mira, sé que es inútil. Quizás no sirva de nada, pero de algún modo dejaremos constancia de el enorme amor que existe en el genero humano. A pesar de todo. He aquí una pequeña síntesis de un interesante trabajo realizado por una profesional sanitaria:
(…)”Los cuidados paliativos, como todos sabemos, son definidos como la asistencia total y activa a los pacientes y a sus familias por un equipo interdisciplinario y multiprofesional, cuando no hay esperanza de curación y el objetivo esencial del tratamiento ya no consiste en prolongar la vida sino en asegurar la máxima calidad de vida posible. El concepto incluye la satisfacción de necesidades físicas, psicológicas, sociales y espirituales para el enfermo y la familia (...)
(…)Quienes de nosotros, como cualquier otro sanitario, a lo largo de su carrera profesional en un momento u otro se enfrenta al cuidado de este tipo de pacientes, ampliará en gran medida sus conocimientos, tanto en el plano teórico como en el práctico. Pero sobre todo adquiere, otro modo filosófico para afrontar la frustración que, a veces, se produce por impotencia de la ciencia médica. Al tiempo que un agradable sentimiento te reconforta el ánimo, porque sabes que has colaborado aportándoles, en la medida que ha estado en tus manos, un poco de bienestar y comodidad (...
(…) nos confiesa sus sentimientos de culpa; incluso a veces nos hace participe de sus deseos de perdonar y ser perdonado; somos, junto a su familia, la bata blanca con la que más íntimamente vive este trance, somos el personal del hospital con el que pueden dar riendas suelta a su ira ó bien en el que encontrar consuelo y sentido al sufrimiento. Aprovechan cualquier momento, para estrecharnos la mano, como si de esta manera sintieran algo de paz interior (...)
(…)Aunque cada persona, cada enfermo y cada familia son diferentes, generalmente todos se derrumban ante una situación de infelicidad y desgracia. Les absorbe la tristeza y empiezan a preocuparse por el futuro, olvidando afrontar el presente (…)
(…) y sobre todo no enjuiciaremos sentimientos, valores y creencias, porque observaremos que los cambios de conductas y de profesión de Fe, pueden ser radicalmente opuestos tanto en un sentido como en otro” (…)
Eutanasia…
Y por terminar de pronto y corriendo… si algún día, tienes que afrontar una enfermedad que alcance un momento de desesperanza tal, que te ponga en la disyuntiva de afrontarla o pedir el suicidio asistido…, y tienes los suficientes bemoles para solicitarlo… no me llame a mí.
Yo seguiré admirando, respetando, orgulloso de momentos como estos…
Hospital Universitario de aquí al lado. Unidad de traumatología, habitación, 126.
Enfermera:
--Agustín, ¿Cómo estamos hoy?
Agustín:
--Muy bien hija. ¡¡Que ojos azules más bonitos tienes!!
Enfermera:
--Guapo usted. ¿Cómo lo hace para conservarse sin una arruga?
Agustín:
--Estas niñas (refiriéndose a sus hijas) que no hacen más que ponerme potingues.
Enfermera:
--Ya se va usted para casa y al trabajo ¿No?.
Agustín:
--¡Qué va hija!, yo llevo muchos años jubilado. Pero no creas, tengo muy buena pensión. Y una mujer guapísima. Soy rico y feliz.
Una de las nietas:
--No le haga mucho caso. Cuenta en reales y la pobre de mi abuela tiene ya 94 años.
Agustín, se va hoy de alta con su cadera nueva, y una tez que para si la quisiera la ViceVogue. 101 años lo contempla; y gracias a Dios, no ha encontrado ningún Montes, ni parte de la cordillera. Por esta vez se ha librado de la eutanasia en cualquier versión. Todavía le queda a la felicidad algún tiempo perfumando la vida.
Saludos y gracias a todos.
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