Manolo, “renegrio mar”, se parece a Lee Marvin pero en feo. --¿”Quillo” qué haces? le pregunté mientras él golpeaba un pulpo lanzándolo contra una roca. –Poniendo tierno este hijoputa, me contestó. –Joé, ¿y cuántos golpes tienes que darle? –cincuenta y cuatro-- me concretó sin dejar la operación de macerado.
Tal que el cefalópodo me encuentro yo. Tierno y preparado para aliñar y servir. Vamos, que a lo largo de todos estos años, me han dado la del pulpo. Y no cincuenta y cuatro veces, sino cincuenta y cuatro veces cincuenta y cuatro. Llevan tanto tiempo dándome caña, que ya estoy lacio, mustio. Listo para cualquier guiso.
Han muñido mi cerebro contra una roca temible, amenazante, que esconde 192 muertos por mor de una guerra entre sanguinarias oligarquías propias de palacios viejos. Han machacado hasta la extenuación mi voluntad entre vomitivas leyes dignas de psicópatas de atar. Han molido hasta pulverizarla, la Patria de mis mayores entre randas, digna carne de cárcel. Han triturado el memorial de mi memoria entre profanaciones de tumbas y el polvo de mis muertos. Han majado a palos, el que creí mi ideal e idealismo, han vapuleado mis creencias, han sacudido mis ilusiones y han castigado tanto mi impotencia que pueden lanzarme con toda tranquilidad, con sorna y con saña contra cualquier crisis, contra la esclavitud total y contra lo qué les dé la gana. Entre este languidecer de la media España silenciosa, y ociosa, esa que frente al televisor se hunde cada día más en la penuria mientras ve pasar ante sus hocicos a la otra media España: la dicharachera que se hace rica ventilando sus pestes; y, a la oficial de tarjetas a costa del Erario y sueldos de mafiosos; y, a la ortodoxa dice, que vive de lujo a costa de criticar a la heterodoxa dice, y viceversa.
Saludos y gracias a todos.
1 comentario:
Ustéd se ve como un pulpo, recibiendo la del pulpo y yo, desde aquel fatídico 11M me siento como esa niña que, en el patio del recreo, le quitan los donuts y le abofetean por todos lados sin darle tiempo a reaccionar y a defenderse. Y, encima, aguantando las burlas del resto y sintiéndome culpable porque "algo habré hecho..".
Así nos han dejado a muchos españoles. Nos caen las prohibiciones, las subidas de impuestos y de bienes básicos, los insultos, las agresiones de todo tipo, la indefensión , la inseguridad jurídica, los robos, las violaciones y desapariciones de nuestros hijos y no sólo fisicas sino morales...Nos caen las bofetadas por todas partes sin darnos tiempo a reaccionar, de estos matones de barrio, chulos de discoteca y maricas de playa.
Saludos.
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